¿Qué es psicología en movimiento?

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La psicología en movimiento, en lugar de enfocarse en la técnica motora, profundiza en la conexión entre el psiquismo y el movimiento. Supone que la transformación del movimiento surge de la resolución de conflictos psíquicos, no de su aprendizaje directo.
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Psicología en Movimiento: Más allá de la Técnica, Hacia la Resolución Interna

La psicología en movimiento, a diferencia de enfoques tradicionales centrados en la técnica motora, se adentra en un territorio fascinante: la conexión inextricable entre el psiquismo y el movimiento. No se trata de perfeccionar un gesto o dominar un deporte, sino de explorar cómo los conflictos internos, las emociones reprimidas y las experiencias pasadas se manifiestan, a menudo de forma inconsciente, a través del cuerpo en movimiento.

En lugar de buscar un aprendizaje directo de la técnica, la psicología en movimiento postula que la transformación del movimiento surge de la resolución de conflictos psíquicos. Esta perspectiva implica un profundo entendimiento de que la forma en que nos movemos no es meramente una cuestión física, sino un reflejo de nuestra historia personal, de nuestras creencias y de la manera en que percibimos el mundo.

Imagine, por ejemplo, una persona que evita el contacto visual durante una conversación. Desde una perspectiva tradicional, se podría trabajar en la técnica de la mirada. La psicología en movimiento, en cambio, se cuestionaría las posibles causas subyacentes. ¿Tiene la persona dificultades con la vulnerabilidad? ¿Su pasado incluye experiencias de rechazo o crítica? La respuesta a estas preguntas, en lugar de la repetición de ejercicios de contacto visual, puede hallarse en la comprensión de los conflictos internos que se manifiestan en la evitación.

La relación entre el psiquismo y el movimiento no se limita a las grandes expresiones. Incluso los pequeños tics, los temblores, la rigidez o la fluidez con la que nos movemos, pueden ser indicadores de procesos psicológicos inconscientes. La práctica de la psicología en movimiento, a través de herramientas como la psicocinética, el análisis del movimiento corporal y el trabajo con la respiración, busca identificar estos patrones y su significado.

Esta disciplina, por lo tanto, no se basa en la imitación mecánica de movimientos, sino en la exploración profunda del self a través del movimiento. El objetivo no es simplemente aprender a realizar una tarea física, sino comprender cómo el cuerpo expresa las dinámicas internas, liberando tensiones y desbloqueando potenciales ocultos.

El camino hacia la transformación no es lineal. La psicología en movimiento reconoce que el proceso de sanación a través del movimiento es complejo, y requiere de tiempo y autoconocimiento. No busca resultados inmediatos, sino un desarrollo progresivo de la consciencia corporal, que se traduce en una mayor libertad de expresión, una mayor integración del cuerpo y mente, y una mayor autenticidad en la manera de relacionarse con el mundo.

En definitiva, la psicología en movimiento invita a un viaje de autodescubrimiento, a través de la lente del movimiento. Es un camino donde el cuerpo no es un medio, sino un lenguaje a descifrar para entender mejor el alma. Un camino que, en lugar de enfocarse en la técnica, busca profundizar en las raíces psicológicas de la experiencia motora.