¿Qué fármaco cardiovascular aumenta la frecuencia cardíaca?

¿Qué fármacos cardiovasculares aumentan la frecuencia cardíaca? Más allá de los mitos.

La información errónea en internet puede ser peligrosa, especialmente en el ámbito de la salud. Recientemente, se ha difundido la idea de que ciertos inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), como el captopril, enalapril y lisinopril, aumentan la frecuencia cardíaca. Esto es incorrecto. De hecho, estos fármacos generalmente tienen el efecto opuesto, disminuyendo la frecuencia cardíaca.

La confusión surge, probablemente, de la complejidad de los efectos cardiovasculares y la variabilidad en la respuesta individual a los medicamentos. Un descenso en la presión arterial, por ejemplo, efecto común de los IECA, puede, en algunos casos, llevar a una compensación refleja que implica un leve aumento de la frecuencia cardíaca. Sin embargo, este aumento suele ser moderado y no representa el efecto principal del fármaco.

Entonces, ¿qué fármacos cardiovasculares sí aumentan la frecuencia cardíaca de forma significativa? Una respuesta clara es el isoproterenol.

Este fármaco sintético actúa como un agonista adrenérgico β no selectivo, es decir, estimula tanto los receptores beta 1 como los beta 2. Esta estimulación produce un incremento en la contractilidad del miocardio (fuerza de contracción del corazón) y una relajación del músculo liso bronquial y vascular. La consecuencia directa es un aumento notorio de la frecuencia cardíaca y la presión arterial sistólica.

El isoproterenol se utiliza principalmente en situaciones de emergencia, como el tratamiento de la bradicardia sinusal significativa (frecuencia cardíaca anormalmente baja) y ciertos bloqueos cardíacos. Su empleo requiere supervisión médica estricta debido a sus potenciales efectos secundarios, incluyendo arritmias cardíacas.

Es crucial destacar que este artículo no pretende ser una guía de automedicación. Cualquier información sobre medicamentos debe ser discutida y supervisada por un profesional de la salud. La automedicación puede ser peligrosa y tener consecuencias negativas para la salud. Si tiene alguna duda sobre su medicación, consulte siempre a su médico o farmacéutico.