¿Qué hace el agua oxigenada en la boca?

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Los enjuagues bucales con peróxido de hidrógeno, solo o diluido, combaten bacterias y hongos causantes de halitosis, gingivitis, aftas y otros problemas bucales, aliviando incluso el dolor dental al reducir la inflamación y eliminar restos orgánicos.
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El Poder Oxidante del Agua Oxigenada en la Salud Bucal: Más Allá del Blanqueamiento

El agua oxigenada, o peróxido de hidrógeno (H₂O₂), es un compuesto familiar conocido por sus propiedades desinfectantes. Si bien su uso más común se centra en la limpieza de heridas, su aplicación en la higiene bucal ofrece beneficios sorprendentes, aunque requiere precaución y moderación. Contrariamente a la creencia popular que la limita al blanqueamiento dental, su acción se extiende a un amplio espectro de problemas bucales, actuando como un potente aliado en el combate contra bacterias y hongos.

La clave reside en su capacidad oxidante. Al liberar oxígeno, el peróxido de hidrógeno destruye las membranas celulares de los microorganismos responsables de diversas afecciones orales. Esta acción germicida se traduce en una notable eficacia contra bacterias causantes de la halitosis (mal aliento), así como contra hongos implicados en la candidiasis oral (aftas). Además, su efecto antiinflamatorio contribuye a aliviar el dolor asociado a diversas patologías bucales.

Los enjuagues bucales con agua oxigenada, ya sea diluida o en concentraciones específicas (siempre bajo supervisión profesional), pueden ofrecer un alivio significativo en casos de:

  • Halitosis: Al eliminar las bacterias responsables del mal olor en la boca, el peróxido de hidrógeno proporciona un aliento fresco más duradero que los enjuagues convencionales.
  • Gingivitis: La inflamación de las encías, síntoma temprano de la enfermedad periodontal, puede verse atenuada gracias a la acción antiinflamatoria y antibacteriana del peróxido de hidrógeno. Eliminando la placa bacteriana que contribuye a la inflamación, se promueve la cicatrización y la salud gingival.
  • Aftas: Si bien no es una cura definitiva, el peróxido de hidrógeno puede aliviar el dolor y acelerar la curación de las aftas al reducir la inflamación y limpiar la zona afectada de restos orgánicos y bacterias.
  • Dolor dental: En casos de dolor dental leve, producido por inflamación, el enjuague puede proporcionar un alivio temporal al reducir la inflamación de las encías y eliminar restos de comida que pueden exacerbar el dolor.

Es fundamental destacar que el uso del peróxido de hidrógeno en la boca debe ser cuidadoso y moderado. Utilizar concentraciones altas o emplearlo con frecuencia puede dañar el esmalte dental y las mucosas, provocando sensibilidad dental, irritación e incluso úlceras. Se recomienda siempre diluir el peróxido de hidrógeno en agua (generalmente una proporción de 1 parte de peróxido por 10 partes de agua) y utilizarlo solo bajo la supervisión de un dentista o higienista dental. Ellos podrán determinar la concentración adecuada y la frecuencia de uso en función del problema específico y las características individuales de cada paciente. No se debe considerar el agua oxigenada como un sustituto de la higiene bucal regular, que incluye cepillado y uso de hilo dental. Su función es complementaria, un apoyo ocasional en el tratamiento de ciertas afecciones bucales, nunca un tratamiento principal.