¿Qué hacer y qué no hacer después de nadar?

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Después de nadar, enjuague su piel inmediatamente con agua limpia para eliminar el cloro. Luego, utilice un limpiador suave e hidratante para restablecer el pH de su piel y prevenir la irritación causada por los químicos de la piscina. Esto protegerá su piel y la mantendrá saludable.

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Más Allá del Chapuzón: El Cuidadoso Post-Nado

La refrescante sensación del agua, la libertad de movimiento, el ejercicio… nadar ofrece múltiples beneficios. Pero la experiencia no termina al salir de la piscina. Para disfrutar plenamente de sus ventajas y evitar posibles problemas, es fundamental prestar atención al cuidado posterior. Descuidar este aspecto puede derivar en irritaciones cutáneas, sequedad, o incluso problemas respiratorios si se ha practicado en un espacio con mala ventilación. Por eso, te presentamos una guía práctica de “qués hacer” y “qués no hacer” después de nadar:

Lo que DEBES hacer:

  • Enjuague inmediato y exhaustivo: Este paso es crucial. El cloro, los productos químicos utilizados para mantener limpia el agua, y otros residuos, se adhieren a la piel y el cabello. Un enjuague rápido y completo con agua limpia, preferiblemente tibia, elimina estos residuos, previniendo la sequedad, la irritación y el daño capilar. Presta especial atención a zonas como el cuero cabelludo, la cara, las axilas y la zona íntima.

  • Hidratación profunda: Después del enjuague, utiliza un limpiador suave, preferiblemente sin sulfatos y con pH neutro o ligeramente ácido, para restablecer el equilibrio natural de tu piel. Evita jabones agresivos que puedan empeorar la irritación. Posteriormente, aplica una crema hidratante rica en ingredientes nutritivos como la manteca de karité, el aloe vera o la vitamina E. Esto protegerá tu piel de la sequedad y la dejará suave y flexible.

  • Hidratación interna: La natación es un ejercicio que puede deshidratarte. Reponer los líquidos perdidos es vital. Bebe abundante agua, zumos naturales o bebidas isotónicas para rehidratarte adecuadamente.

  • Cuidado del cabello: El cloro puede resecar y dañar el cabello, dejándolo quebradizo y sin brillo. Lava tu cabello con un champú suave y específico para cabello tratado con cloro o con alto contenido de ingredientes hidratantes. Utiliza un acondicionador para recuperar la suavidad y el brillo. Considera usar un gorro de baño de silicona para minimizar el contacto con el cloro.

  • Presta atención a las uñas: Las uñas pueden debilitarse o deshidratarse con el cloro. Aplica crema hidratante en las cutículas para mantenerlas hidratadas y evitar que se rompan.

Lo que NO debes hacer:

  • Permanecer con el traje de baño húmedo: El traje de baño retiene la humedad, lo que fomenta la proliferación de bacterias y puede irritar la piel. Cambia tu traje de baño lo antes posible por ropa limpia y seca.

  • Exponer la piel húmeda al sol: La piel húmeda es más vulnerable a las quemaduras solares. Seca tu piel completamente antes de exponerte al sol o aplica protector solar de amplio espectro con un factor de protección alto.

  • Ignorar las señales de tu cuerpo: Si experimentas irritaciones, picazón o enrojecimiento prolongado después de nadar, consulta a un dermatólogo. Podría tratarse de una reacción alérgica o una infección.

  • Utilizar productos agresivos: Evita usar exfoliantes o limpiadores fuertes inmediatamente después de nadar, ya que pueden exacerbar la irritación de la piel.

Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de la experiencia de nadar sin preocuparte por las consecuencias negativas en tu piel y cabello. Recuerda que la prevención y el cuidado posterior son tan importantes como el propio chapuzón.