¿Qué hormonas produce el intestino grueso?

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El intestino grueso produce diversas hormonas que influyen en el apetito, la digestión y el metabolismo. Entre ellas destacan la grelina, la colecistoquinina (CCK), el péptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP), y los péptidos similares al glucagón GLP-1 y GLP-2, así como la oxintomodulina y el péptido YY (PYY).

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Hormonas producidas por el intestino grueso

El intestino grueso, además de su función principal en la absorción de agua y electrolitos, también desempeña un papel endocrino, produciendo diversas hormonas que influyen en el apetito, la digestión y el metabolismo. Las principales hormonas producidas por el intestino grueso incluyen:

  • Grelina: Es una hormona peptídica que estimula el apetito y la ingesta de alimentos. Se libera principalmente en el estómago y el intestino delgado, pero también se produce en el intestino grueso.

  • Colecistoquinina (CCK): Es una hormona peptídica que inhibe la ingesta de alimentos y estimula la liberación de bilis desde la vesícula biliar. Se libera en respuesta a la presencia de grasas y proteínas en el intestino.

  • Péptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP): Es una hormona peptídica que estimula la liberación de insulina desde el páncreas en respuesta a la presencia de glucosa en el intestino.

  • Péptidos similares al glucagón (GLP-1 y GLP-2): Son hormonas peptídicas que inhiben la ingesta de alimentos y estimulan la secreción de insulina. También promueven el crecimiento y la proliferación de las células intestinales.

  • Oxintomodulina: Es una hormona peptídica que inhibe la ingesta de alimentos y estimula la liberación de glucosa desde el hígado.

  • Péptido YY (PYY): Es una hormona peptídica que inhibe la ingesta de alimentos, ralentiza el vaciamiento gástrico y estimula la absorción de líquidos en el intestino grueso.

Estas hormonas actúan localmente en el intestino grueso, así como sistémicamente, afectando a órganos distantes como el páncreas, el estómago y el cerebro. Su liberación está regulada por diversos factores, como la presencia de nutrientes, la distensión intestinal y la actividad nerviosa.

La alteración en la producción o la señalización de estas hormonas puede contribuir a trastornos metabólicos, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y el síndrome del intestino irritable. Por lo tanto, la comprensión de la fisiología hormonal del intestino grueso es esencial para desarrollar nuevas terapias para estas enfermedades.