¿Qué nivel de azúcar alta es peligroso?

La Alerta Roja del Azúcar: ¿Cuándo la Hiperglucemia Se Convierte en un Peligro Inminente?

Todos necesitamos glucosa, el azúcar que proviene de los alimentos, como combustible para nuestro cuerpo. Sin embargo, como ocurre con cualquier combustible, un exceso puede ser devastador. La hiperglucemia, o nivel alto de azúcar en sangre, es una condición común, especialmente en personas con diabetes. Pero, ¿cuándo deja de ser una molestia y se transforma en una emergencia médica?

Si bien los rangos normales de glucosa varían según la persona y el momento del día (antes o después de comer), existen umbrales claros que indican un peligro potencial. Un nivel de azúcar en sangre ocasionalmente elevado no siempre es motivo de alarma inmediata. Sin embargo, la persistencia de niveles altos, especialmente superando ciertos valores, debe ser tomada muy en serio.

El umbral del peligro: Los números que no se pueden ignorar

Consideremos que, en adultos, un nivel de glucosa en sangre consistentemente superior a 350 mg/dL señala un problema grave. En niños, este umbral crítico baja a 240 mg/dL. Estos números no son arbitrarios; representan un punto en el que el cuerpo comienza a sufrir un estrés significativo debido al exceso de azúcar.

Más allá de los números: Los síntomas que advierten

La hiperglucemia peligrosa no siempre se presenta sin avisar. A menudo, el cuerpo envía señales de alerta que no deben ser ignoradas. Entre los síntomas más comunes se encuentran:

• Visión borrosa: El exceso de azúcar puede afectar la lente del ojo, provocando una visión poco clara.
• Sed intensa (polidipsia): El cuerpo intenta diluir el exceso de azúcar en la sangre, lo que lleva a una necesidad constante de beber.
• Micción frecuente (poliuria): Para eliminar el exceso de glucosa, los riñones trabajan más duro, lo que resulta en una necesidad urgente y constante de orinar.
• Fatiga extrema: A pesar de tener “combustible” en exceso, las células pueden tener dificultades para acceder a él, lo que provoca cansancio y debilidad.
• Piel seca y picazón: La deshidratación causada por la micción frecuente puede resecar la piel.
• Náuseas y vómitos: En casos severos, la hiperglucemia puede afectar el sistema digestivo.

¿Por qué es importante actuar con rapidez?

La hiperglucemia no controlada, especialmente a niveles peligrosamente altos, puede tener consecuencias graves a largo plazo. Entre las complicaciones más serias se encuentran:

• Cetoacidosis diabética (CAD): Una condición potencialmente mortal que ocurre cuando el cuerpo comienza a quemar grasa en lugar de glucosa para obtener energía, produciendo cetonas tóxicas.
• Estado hiperosmolar hiperglucémico (EHH): Otra complicación grave caracterizada por niveles extremadamente altos de azúcar en sangre y deshidratación severa.
• Daño a órganos: La hiperglucemia crónica puede dañar los riñones, los nervios, los vasos sanguíneos y el corazón a largo plazo.

Qué hacer ante la sospecha de hiperglucemia peligrosa

Si usted o alguien que conoce experimenta síntomas de hiperglucemia, especialmente si los niveles de azúcar en sangre superan los umbrales mencionados, es crucial buscar atención médica inmediata. No intente auto-medicar o ignorar los síntomas.

En resumen:

Un nivel de azúcar en sangre persistentemente elevado, superior a 350 mg/dL en adultos y 240 mg/dL en niños, es una señal de alarma. Los síntomas como visión borrosa y sed intensa son indicativos de un problema grave que requiere atención médica urgente. La prevención y el manejo adecuado de la glucosa son fundamentales para evitar complicaciones y mantener una buena salud. Si usted padece diabetes o está en riesgo de desarrollarla, consulte con su médico para establecer un plan de control de la glucosa adecuado para sus necesidades.