¿Qué pasa con la energía cuando tienes relaciones sexuales?

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Durante el acto sexual, se intercambia energía sutil, creando lazos kármicos. Si la otra persona posee consecuencias energéticas negativas, estas pueden compartirse. Este intercambio energético continúa más allá del encuentro físico.
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El Intercambio de Energía durante el Acto Sexual: Una Exploración Energética

El acto sexual es una experiencia profundamente íntima que va más allá de la mera unión física. Implica un intrincado intercambio de energías sutiles, creando vínculos kármicos que pueden extenderse mucho más allá del encuentro físico.

El Intercambio Energético

Durante el acto sexual, los cuerpos de los participantes entran en un estado de resonancia energética. Los flujos de energía de cada individuo se entrelazan, creando un campo compartido de conciencia. Este campo energético permite un intercambio de cualidades y vibraciones sutiles.

Creación de Lazos Kármicos

Este intercambio energético crea lazos kármicos entre los participantes. El karma se refiere a la ley universal de causa y efecto, donde las acciones pasadas influyen en los eventos presentes y futuros. El acto sexual, al ser un acto de profunda intimidad, tiene el potencial de influir en el viaje kármico de los individuos involucrados.

Consecuencias Energéticas Negativas

Es importante tener en cuenta que no todo intercambio energético durante el acto sexual es beneficioso. Si uno de los participantes posee consecuencias energéticas negativas, como emociones pesadas o patrones mentales poco saludables, estas pueden compartirse con el otro participante a través del campo energético compartido. Estos patrones negativos pueden bloquear el flujo de energía positiva y crear desafíos en las relaciones posteriores.

Continuidad del Intercambio Energético

El intercambio energético que ocurre durante el acto sexual no termina cuando termina el encuentro físico. Continúa a nivel etérico, conectando a los participantes incluso a distancia. Esta conexión energética puede influir en los pensamientos, sentimientos y acciones de los individuos durante un período prolongado de tiempo.

Conclusión

El acto sexual es un intercambio energético potente que tiene el potencial de crear lazos kármicos profundos. Es esencial ser conscientes de las consecuencias energéticas de este intercambio y participar solo con aquellos que aportan energías positivas a la experiencia. Al hacerlo, los individuos pueden aprovechar el poder del acto sexual para el crecimiento espiritual, la curación y la creación de relaciones significativas.