¿Qué pasa cuando mi cuerpo no tolera el alcohol?

La Intolerancia al Alcohol: Síntomas y Consecuencias

La intolerancia al alcohol es una afección en la que el organismo experimenta reacciones negativas al consumo de alcohol. Estas reacciones pueden variar desde molestias leves hasta síntomas potencialmente graves.

Mecanismos de Intolerancia

La intolerancia al alcohol ocurre cuando el cuerpo carece de la enzima alcohol deshidrogenasa (ADH), que es responsable de descomponer el alcohol en el hígado. Como resultado, el alcohol permanece en el torrente sanguíneo durante más tiempo, lo que provoca la acumulación de acetaldehído, un subproducto tóxico.

Síntomas Comunes

• Enrojecimiento facial: El enrojecimiento de la cara, el cuello y el pecho es un síntoma clásico de intolerancia al alcohol. Es causado por la vasodilatación, que amplía los vasos sanguíneos.
• Ronchas: Las ronchas son protuberancias rojas y elevadas en la piel que pueden provocar picazón o ardor. Son causadas por una reacción alérgica al acetaldehído.
• Empeoramiento del asma: En personas con asma preexistente, el consumo de alcohol puede desencadenar ataques de asma debido a la irritación de las vías respiratorias.
• Náuseas y vómitos: El acetaldehído puede irritar el estómago y causar náuseas y vómitos.
• Dolor de cabeza: El alcohol deshidrata el cuerpo, lo que puede provocar dolores de cabeza.

Consecuencias de la Intolerancia al Alcohol

Si no se trata, la intolerancia al alcohol puede tener graves consecuencias para la salud, que incluyen:

• Daño hepático: La acumulación prolongada de acetaldehído puede dañar el hígado y provocar enfermedades hepáticas.
• Problemas cardíacos: El enrojecimiento facial y las ronchas pueden indicar presión arterial alta y otros problemas cardíacos.
• Problemas respiratorios: El empeoramiento del asma puede provocar dificultades respiratorias y ataques de asma potencialmente mortales.

Diagnóstico y Tratamiento

El diagnóstico de intolerancia al alcohol generalmente se basa en los síntomas informados y un examen físico. No existe cura para la intolerancia al alcohol, pero se pueden controlar los síntomas evitando el alcohol.

En casos graves de intolerancia al alcohol, los medicamentos pueden ayudar a reducir las reacciones alérgicas y proteger el hígado. También es esencial mantenerse hidratado y evitar los alimentos y bebidas que empeoran los síntomas.