¿Qué pasa cuando te sangra un lunar?

El sangrado de los lunares: un signo que no debe ignorarse

Los lunares son crecimientos cutáneos comunes que suelen ser inofensivos. Sin embargo, en ocasiones, un lunar puede empezar a sangrar, lo que puede ser motivo de preocupación. Si bien el sangrado puede deberse a un simple roce, también podría indicar una afección subyacente más grave, como el cáncer de piel.

Causas del sangrado de los lunares

Las causas más comunes del sangrado de los lunares son:

• Roce: Los lunares que rozan constantemente con la ropa o la joyería pueden irritarse y sangrar.
• Traumatismo: Los traumatismos, como los cortes o los rasguños, pueden dañar un lunar y provocar sangrado.
• Infección: Las infecciones pueden causar inflamación y sangrado en un lunar.
• Cáncer de piel: En casos raros, el sangrado de un lunar puede ser un signo de cáncer de piel.

Cuándo acudir al médico

Es esencial buscar atención médica si un lunar comienza a sangrar, especialmente si se cumplen las siguientes condiciones:

• El sangrado es constante o abundante.
• El lunar ha cambiado de tamaño, forma o color.
• El lunar tiene bordes irregulares o festoneados.
• El lunar es nuevo o ha crecido rápidamente.

Diagnóstico y tratamiento

Un dermatólogo examinará el lunar y realizará una biopsia si es necesario para determinar la causa del sangrado. Si se diagnostica un cáncer de piel, el médico recomendará el tratamiento adecuado, que puede incluir cirugía, radioterapia o quimioterapia.

Prevención

Si bien no siempre es posible prevenir el sangrado de los lunares, existen algunas medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo:

• Protege los lunares del sol usando protector solar y ropa protectora.
• Evita frotar o rascar los lunares.
• Mantén los lunares limpios e inspecciona regularmente cualquier cambio.

Conclusión

El sangrado de un lunar puede ser un síntoma inofensivo o un signo de un problema subyacente más grave. Es crucial buscar atención médica si un lunar comienza a sangrar, especialmente si muestra otros signos de preocupación. Una detección y un tratamiento tempranos pueden mejorar las posibilidades de un resultado favorable.