¿Qué pasa después de que te quitan el sarro de los dientes?

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Tras la limpieza dental profunda, la sensibilidad dental es común durante algunos días, junto con posibles molestias e inflamación o sangrado gingival. Esto es temporal y desaparecerá gradualmente.
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Después del Zarpazo del Sarro: Lo que Necesitas Saber

La visita al dentista, aunque necesaria para mantener una sonrisa sana, a veces puede dejar una boca un poco sensible. Después de una limpieza dental profunda, que incluye la eliminación del sarro, es normal experimentar ciertas molestias. Pero ¿qué ocurre exactamente después de ese “zarpazo” al sarro acumulado? Entender qué esperar te ayudará a prepararte y a saber cuándo debes contactar a tu dentista.

La sensibilidad dental es, sin duda, el efecto secundario más común. Esa sensación de punzadas o dolor agudo, especialmente al consumir alimentos o bebidas frías, calientes o dulces, es una reacción natural a la exposición de la dentina, la capa subyacente al esmalte dental. La limpieza profunda elimina el sarro y la placa bacteriana, dejando la dentina expuesta temporalmente. No te preocupes, esta sensibilidad suele durar solo unos pocos días, aunque en algunos casos puede prolongarse hasta una semana.

Además de la sensibilidad, es posible experimentar una leve inflamación o sangrado gingival. Esto se debe a la irritación causada por la eliminación del sarro, que a menudo se encuentra incrustado profundamente en la línea de las encías. La inflamación y el sangrado son indicadores de que el proceso de limpieza ha sido eficaz en remover la placa y el sarro, pero es importante mantener una buena higiene oral para promover la cicatrización.

En algunos casos, se pueden presentar molestias generales, una leve incomodidad o una sensación de “dureza” en los dientes. Estas sensaciones son pasajeras y desaparecerán a medida que las encías se recuperan.

¿Cómo aliviar las molestias?

Para minimizar la incomodidad después de una limpieza profunda, te recomendamos:

  • Utilizar un enjuague bucal con fluoruro: Esto ayudará a fortalecer el esmalte y a reducir la sensibilidad. Tu dentista puede recomendarte una opción específica.
  • Cepillar y usar hilo dental con suavidad: Evita cepillarte con demasiada fuerza para no irritar aún más las encías.
  • Consumir alimentos blandos y tibios: Evita los alimentos y bebidas extremadamente calientes, fríos, ácidos o dulces durante los primeros días.
  • Aplicar compresas frías: Pueden ayudar a reducir la inflamación.
  • Tomar analgésicos de venta libre: Si el dolor es intenso, puedes tomar paracetamol o ibuprofeno según las indicaciones del envase.

¿Cuándo debes llamar a tu dentista?

Aunque la sensibilidad y las molestias son normales, debes contactar a tu dentista si:

  • El dolor es intenso y persistente, más allá de una semana.
  • El sangrado gingival es abundante o prolongado.
  • Experimentas inflamación excesiva o pus.
  • Notas un cambio significativo en el color o la textura de tus encías.

Recuerda que la limpieza dental profunda es crucial para la salud bucal. Aunque las molestias post-limpieza son temporales, comprender qué esperar te permitirá afrontar el proceso con mayor tranquilidad y mantener una sonrisa sana y brillante. Si tienes alguna duda, no dudes en consultar a tu dentista.