¿Qué pasa si le doy agua a mi bebé de 3 meses?

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Dar agua a un bebé de 3 meses puede ser perjudicial. El riesgo de deshidratación es bajo, pero el agua podría diluir la leche materna, reduciendo su ingesta esencial. Además, el agua no estéril puede provocar infecciones.

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Dar agua a un bebé menor de seis meses, especialmente a uno de tres meses, no se recomienda y puede ser perjudicial para su salud. Si bien parece un gesto inofensivo, existen varios riesgos asociados a esta práctica que los padres deben conocer.

El sistema digestivo de un bebé de tres meses es aún inmaduro. Su pequeño estómago está diseñado para la leche materna o la fórmula, alimentos ricos en nutrientes esenciales para su crecimiento y desarrollo. Introducir agua antes de los seis meses puede interferir con la absorción adecuada de estos nutrientes. La leche materna y la fórmula aportan la hidratación necesaria, incluso en climas cálidos. El agua, al contrario de lo que se piensa, puede diluir la concentración de electrolitos en la sangre del bebé, provocando un desequilibrio conocido como hiponatremia. Esta condición puede ser grave, manifestándose con letargo, irritabilidad, vómitos e incluso convulsiones.

Un riesgo adicional, aunque menos frecuente en países con acceso a agua potable, es la contaminación. El agua no esterilizada puede contener bacterias o parásitos que el sistema inmunológico inmaduro del bebé no está preparado para combatir. Esto aumenta el riesgo de infecciones gastrointestinales, que pueden ser especialmente peligrosas en bebés tan pequeños.

Además de los riesgos de hiponatremia e infecciones, dar agua a un bebé de tres meses puede disminuir su apetito. Al llenar su pequeño estómago con agua, el bebé consume menos leche materna o fórmula, privándose de las calorías y nutrientes vitales para su desarrollo. Esto puede afectar su curva de crecimiento y desarrollo cognitivo.

En lugar de agua, la mejor manera de hidratar a un bebé de tres meses es a través de la lactancia materna a demanda o, en su defecto, con fórmula infantil preparada según las instrucciones del fabricante. Si te preocupa la hidratación de tu bebé, consulta con tu pediatra. Él podrá evaluar la situación específica de tu hijo y brindarte las recomendaciones más adecuadas. Recuerda que la salud de tu bebé es lo primero y la automedicación o seguir consejos no profesionales puede ser contraproducente. La información proporcionada en este artículo no sustituye la consulta médica.