¿Qué pasa si me saco los lunares de carne?

Los riesgos de eliminar lunares de carne

Los lunares de carne, también conocidos como fibromas blandos, son pequeños crecimientos benignos que se encuentran comúnmente en la piel. A menudo son inofensivos, pero pueden volverse antiestéticos o incómodos. Si bien muchas personas consideran eliminarlos, es crucial estar al tanto de los posibles riesgos y complicaciones asociados con este procedimiento.

Riesgos inmediatos

• Sangrado: Eliminar un lunar de carne puede provocar sangrado, especialmente si es grande o se encuentra en una zona vascularizada.
• Cicatrices: La extracción física de un lunar puede dejar una cicatriz, aunque esto varía según el tamaño y la ubicación del lunar, así como del método de extracción.
• Infección: Si la extracción no se realiza en condiciones estériles, existe un riesgo de infección.

Riesgos a largo plazo

• Recurrencia: Aunque se elimine físicamente un lunar de carne, está anclado a la piel y es posible que vuelva a aparecer en el mismo lugar.
• Lesiones de los nervios: Si el lunar está cerca de un nervio, su eliminación puede provocar daños en los nervios, lo que lleva a entumecimiento, hormigueo o dolor.
• Pérdida de sensibilidad: La eliminación de un lunar en el área facial puede provocar una pérdida de sensibilidad en la piel circundante.

Métodos seguros de extracción

Eliminar los lunares de carne de manera segura requiere una consulta con un dermatólogo u otro profesional médico calificado. Los métodos de extracción aprobados incluyen:

• Electrocauterización: Este método utiliza una corriente eléctrica para quemar el lunar.
• Crioterapia: Esto implica congelar el lunar con nitrógeno líquido.
• Extirpación quirúrgica: En algunos casos, puede ser necesaria la extirpación quirúrgica para eliminar un lunar de carne grande o problemático.

Conclusión

Aunque los lunares de carne suelen ser inofensivos, su extracción puede conllevar ciertos riesgos. Antes de considerar eliminar un lunar de carne, es esencial consultar a un profesional médico para evaluar los riesgos y beneficios del procedimiento. Comprender los posibles riesgos puede ayudar a tomar una decisión informada y garantizar un resultado seguro y satisfactorio.