¿Qué pasa si sangro más de 3 veces al mes?

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Si sangras más de tres veces al mes, podrían ser causas como miomas, pólipos, desequilibrios hormonales, inflamación o infección uterina. Es crucial consultar a un médico para un diagnóstico preciso.
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Sangrado irregular: ¿Cuándo preocuparse?

El ciclo menstrual, ese proceso natural que experimentamos las mujeres, a veces puede presentar variaciones. Si bien la duración “típica” se sitúa entre 21 y 35 días, con un sangrado que dura entre 3 y 7 días, cada mujer es un mundo, y lo que es normal para una puede no serlo para otra. Sin embargo, existen señales que nos indican cuándo debemos prestar especial atención a nuestro cuerpo y buscar ayuda profesional. Una de estas señales es el sangrado frecuente. ¿Qué ocurre si sangras más de tres veces al mes?

Experimentar más de tres sangrados mensuales, un fenómeno conocido como polimenorrea, puede ser un indicativo de que algo no marcha del todo bien. Si bien no siempre se traduce en un problema grave, descartar posibles causas subyacentes es crucial para preservar nuestra salud. Diversas condiciones pueden provocar esta alteración del ciclo menstrual. Entre ellas, destacan:

  • Miomas: Estos tumores benignos, que se desarrollan en el útero, pueden causar sangrado abundante y prolongado, incluso entre periodos.
  • Pólipos endometriales: Se trata de pequeños crecimientos en el revestimiento del útero. Al igual que los miomas, pueden provocar sangrados irregulares.
  • Desequilibrios hormonales: Las fluctuaciones en los niveles hormonales, especialmente de estrógeno y progesterona, pueden alterar el ciclo menstrual y provocar sangrados frecuentes. Esto es particularmente común durante la adolescencia, la perimenopausia o al iniciar o suspender métodos anticonceptivos hormonales.
  • Inflamación o infección uterina: Condiciones como la endometritis (inflamación del endometrio) o las infecciones de transmisión sexual pueden causar sangrado irregular.
  • Otros factores: El estrés, cambios significativos en el peso, ciertos medicamentos, trastornos de la coagulación y, en casos menos frecuentes, algunas enfermedades como el cáncer de útero o de cuello uterino, también pueden estar detrás de la polimenorrea.

Ante la presencia de sangrado frecuente, es fundamental no automedicarse ni minimizar la situación. Buscar la atención de un ginecólogo es el paso más importante. El profesional realizará una evaluación completa, que puede incluir un examen físico, análisis de sangre, ecografía pélvica y otras pruebas diagnósticas según sea necesario, para determinar la causa del sangrado y establecer el tratamiento adecuado. Un diagnóstico preciso y oportuno permitirá abordar el problema de raíz y prevenir posibles complicaciones. Recuerda, tu salud es lo primero.