¿Qué pasa si se hace un lavado nasal y no sale agua?

2 ver

Si durante un lavado nasal el agua no fluye por las fosas nasales, es probable que se drene hacia la garganta. No hay motivo de preocupación; simplemente se deglute. Asegúrate de inclinar la cabeza correctamente durante el proceso para facilitar el flujo nasal. Si persiste la dificultad, consulta a un médico para descartar obstrucciones.

Comentarios 0 gustos

¿Lavado Nasal y Agua Atascada? Desmitificando la Situación

El lavado nasal se ha convertido en un ritual de higiene para muchos, especialmente para aquellos que sufren de alergias, resfriados o sinusitis. La idea es sencilla: irrigar las fosas nasales con una solución salina para eliminar el exceso de mucosidad, alérgenos e irritantes, proporcionando alivio y mejorando la respiración. Pero, ¿qué ocurre cuando la experiencia no es como la esperabas y el agua parece negarse a salir?

El Misterio del Agua que No Fluye:

Si te encuentras realizando un lavado nasal y el agua no sale por la otra fosa nasal, es natural que te preguntes qué está pasando. La primera reacción suele ser de sorpresa y quizás un poco de frustración. Pero antes de entrar en pánico, es importante entender las posibles causas y cómo manejarlas.

La explicación más común y generalmente inofensiva es que el agua se esté drenando silenciosamente hacia la garganta. No te preocupes, no hay motivo para alarmarse. La anatomía de la cabeza y las vías respiratorias permite que este drenaje ocurra sin ningún riesgo. Simplemente, traga el agua. Es una solución salina, por lo que no te hará ningún daño.

¿Por Qué Sucede Esto?

  • Inclinación Incorrecta de la Cabeza: Este es el factor más influyente. La clave para un lavado nasal exitoso es inclinar la cabeza de forma que la fosa nasal por la que estás irrigando quede más alta que la otra. Esto permite que la gravedad juegue su papel y facilite el flujo del agua a través de las fosas nasales. Experimenta con diferentes ángulos hasta encontrar el que mejor funcione para ti.
  • Congestión Nasal: Si tus fosas nasales están muy congestionadas debido a un resfriado, alergias o sinusitis, la mucosidad espesa puede estar bloqueando el flujo del agua. En este caso, intenta ser paciente y gentil. No fuerces el agua. Puedes intentar calentar ligeramente la solución salina, ya que esto puede ayudar a aflojar la mucosidad.
  • Obstrucciones Anatómicas: En casos menos comunes, puede haber una obstrucción física en las fosas nasales que dificulte el flujo del agua. Pólipos nasales, desviaciones del tabique nasal o incluso pequeños crecimientos pueden ser los culpables.

¿Qué Hacer al Respecto?

  1. Revisa tu Técnica: Asegúrate de inclinar la cabeza correctamente. La barbilla debe estar ligeramente hacia abajo y la cabeza inclinada hacia un lado.
  2. Sé Paciente: No fuerces el agua. Si sientes resistencia, detente y vuelve a intentarlo suavemente.
  3. Solución Salina Adecuada: Asegúrate de estar utilizando la solución salina adecuada. Puedes comprar sobres pre-mezclados o preparar tu propia solución con sal no yodada y agua destilada o hervida.
  4. Calienta la Solución (Opcional): Si tienes mucha congestión, calentar ligeramente la solución salina puede ayudar a aflojar la mucosidad.
  5. Consulta a un Médico: Si experimentas dificultad persistente para realizar el lavado nasal, sientes dolor o presión en los senos paranasales, o sospechas que puede haber una obstrucción, es importante que consultes a un médico otorrinolaringólogo. Él podrá examinar tus fosas nasales y determinar si existe alguna condición que requiera tratamiento.

En Resumen:

Que el agua no salga durante un lavado nasal no es necesariamente motivo de alarma. Lo más probable es que se esté drenando hacia la garganta, lo cual es inofensivo. Revisa tu técnica, sé paciente y, si la dificultad persiste, no dudes en buscar la opinión de un profesional. El lavado nasal, realizado correctamente, puede ser una herramienta valiosa para mantener la salud de tus vías respiratorias.