¿Qué pasa si te pasa el láser por un lunar?

El Láser y los Lunares: Una Mirada Crítica a la Depilación Láser en Zonas con Nevos

La creciente popularidad de la depilación láser ha planteado interrogantes sobre su seguridad en áreas con lunares, o nevos. La preocupación es comprensible: la conexión entre los lunares y el melanoma, un tipo de cáncer de piel altamente agresivo, es bien conocida. Si bien la idea de pasar un haz de luz intensa sobre una mancha en la piel puede generar alarma, la realidad es más matizada y depende crucialmente del profesionalismo y la evaluación previa.

No existe una respuesta simple a la pregunta “¿Qué pasa si te pasa el láser por un lunar?”. La respuesta depende de varios factores clave, incluyendo el tipo de lunar, su tamaño, su forma, su color, su historial y, fundamentalmente, la experiencia del profesional que realiza el procedimiento.

Los Riesgos Potenciales:

La principal preocupación radica en la posibilidad de dañar el melanocito, la célula productora de melanina, que es la responsable del color de la piel y los lunares. Un daño significativo puede, en teoría, desencadenar la proliferación celular anómala y, en casos excepcionales, contribuir al desarrollo de melanoma. Además, la estimulación térmica del láser puede alterar la pigmentación del lunar, haciéndolo más oscuro o, por el contrario, más claro, dificultando su seguimiento posterior. En casos extremos, se puede producir una quemadura en la zona tratada.

Mitigar los Riesgos: El Rol del Profesional:

Un profesional cualificado en depilación láser debe realizar una evaluación dermatológica exhaustiva antes de proceder con el tratamiento. Esta evaluación incluirá una observación detallada de los lunares, considerando su ABCDE (Asimetría, Bordes irregulares, Coloración irregular, Diámetro superior a 6 mm y Evolución o cambio reciente). Los lunares sospechosos, con características atípicas, deben ser referidos a un dermatólogo para su biopsia y posterior análisis.

La elección de parámetros de láser adecuados es crucial. La intensidad, la longitud de onda y la duración del pulso deben ajustarse cuidadosamente para minimizar el riesgo de daño térmico en la zona del lunar. En muchos casos, el profesional decidirá evitar directamente la irradiación del lunar, dirigiendo el láser cuidadosamente alrededor de él. También es importante una buena comunicación entre el paciente y el profesional, permitiendo aclarar todas las dudas y asegurar un consentimiento informado.

Conclusión:

La depilación láser sobre lunares no es intrínsecamente peligrosa si se realiza por un profesional experimentado y siguiendo un protocolo riguroso de evaluación y tratamiento. Sin embargo, la ignorancia o la negligencia pueden acarrear graves consecuencias. La prevención reside en la consulta previa con un profesional cualificado, que evaluará el riesgo individual y decidirá si la depilación láser es una opción segura en cada caso. Priorizar la salud de la piel debe ser siempre la máxima prioridad, optando por la precaución ante cualquier duda sobre la naturaleza de un lunar. Recuerda, la prevención es siempre la mejor medicina.