¿Qué pasa si tienes la saliva ácida?

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La saliva excesivamente ácida erosiona el esmalte dental, incrementando el riesgo de caries y sensibilidad. Esta acidez también puede contribuir a la inflamación de las encías y a otras afecciones bucales, deteriorando la salud oral a largo plazo.
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Consecuencias de una saliva ácida: riesgos para la salud bucal

La saliva, un líquido esencial producido por las glándulas salivales, desempeña funciones vitales en la salud bucal. Entre ellas se incluyen la lubricación de la boca, la neutralización de los ácidos y la protección contra la caries. Sin embargo, cuando la saliva se vuelve excesivamente ácida, puede tener consecuencias perjudiciales para la salud bucal.

Erosión del esmalte dental

El esmalte dental es el tejido calcificado que cubre la superficie de los dientes. Actúa como una barrera protectora contra los ataques ácidos. La saliva ácida, con su bajo pH, erosiona gradualmente el esmalte dental, haciéndolo más delgado y vulnerable. Esto aumenta significativamente el riesgo de caries dental.

Sensibilidad dental

A medida que el esmalte se erosiona, la dentina subyacente queda expuesta. La dentina contiene miles de diminutos túbulos que conducen directamente al nervio del diente. Los alimentos y bebidas frías, calientes o dulces pueden activar estos túbulos, provocando una sensación aguda de dolor conocida como sensibilidad dental.

Enfermedad de las encías

La saliva ácida también puede contribuir a la inflamación de las encías. Los ácidos irritan los tejidos blandos de la boca, provocando enrojecimiento, hinchazón y sangrado. A medida que esta inflamación persiste, puede progresar a una enfermedad de las encías, que puede provocar recesión de las encías, pérdida de hueso y, en última instancia, pérdida de dientes.

Otras afecciones bucales

Además de la caries y la enfermedad de las encías, la saliva ácida puede estar implicada en otras afecciones bucales, como:

  • Estomatitis aftosa (aftas dolorosas)
  • Liquen plano oral (una afección autoinmune que provoca manchas blancas en la boca)
  • Cándida oral (una infección fúngica)

Causas de la saliva ácida

La saliva ácida puede ser causada por varios factores, entre ellos:

  • Dieta rica en alimentos y bebidas ácidas, como refrescos, zumos cítricos y dulces
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), que provoca que el ácido del estómago suba por el esófago hasta la boca
  • Toma de determinados medicamentos, como algunos antibióticos y analgésicos
  • Estrés y ansiedad, que pueden desencadenar la producción de saliva ácida

Prevención y tratamiento

Para prevenir los efectos perjudiciales de la saliva ácida, es esencial mantener una buena higiene bucal y limitar el consumo de alimentos y bebidas ácidas. El cepillado dos veces al día con pasta de dientes con flúor, el uso de hilo dental y el enjuague diario con enjuague bucal pueden ayudar a neutralizar los ácidos y proteger los dientes.

Si sospechas que puedes tener saliva ácida, es importante consultar a un dentista. Pueden diagnosticar la afección y recomendar tratamientos para controlar la acidez y proteger tu salud bucal. Estos tratamientos pueden incluir:

  • Medicamentos que neutralicen los ácidos
  • Protectores bucales para reducir la exposición a los ácidos
  • Cambios en la dieta para limitar los alimentos y bebidas ácidas
  • Gestión del estrés y la ansiedad

Mantener una saliva sana es crucial para una salud bucal óptima. Al comprender las consecuencias de la saliva ácida y tomar medidas para prevenirla y tratarla, puedes proteger tu sonrisa y disfrutar de una salud bucal duradera.