¿Qué provoca el desprendimiento de vítreo?

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El desprendimiento de vítreo es provocado por factores como:

  • Miopía elevada
  • Traumatismos oculares
  • Cirugías oculares
  • Procesos inflamatorios (uveítis)
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Desprendimiento de Vítreo: Más allá de la “Mosca Volante”

El desprendimiento de vítreo posterior (DVP) es una condición ocular común que, si bien muchas veces es benigna, puede generar preocupación y requiere atención oftalmológica para descartar complicaciones. Se trata de un proceso natural asociado al envejecimiento, aunque ciertos factores pueden acelerarlo o predisponer a su aparición. Pero, ¿qué es exactamente el vítreo y por qué se desprende?

El vítreo es una sustancia gelatinosa y transparente que rellena el espacio entre el cristalino y la retina en el ojo. Principalmente compuesto por agua y colágeno, el vítreo ayuda a mantener la forma del ojo y permite el paso de la luz hacia la retina. A medida que envejecemos, el vítreo experimenta cambios graduales. Se vuelve más líquido (un proceso llamado sinéresis vítrea) y las fibras de colágeno se agrupan, formando “grumos” o hebras.

Este proceso natural de licuefacción, combinado con la condensación del colágeno, puede llevar al desprendimiento del vítreo de la retina. Normalmente, el vítreo está adherido a la retina, pero al licuarse y contraerse, puede separarse de ella. Esta separación es lo que conocemos como desprendimiento de vítreo posterior.

¿Qué provoca el desprendimiento de vítreo?

Si bien el envejecimiento es el principal factor de riesgo, otras condiciones pueden acelerar o predisponer a su aparición:

  • Miopía Elevada: Las personas con alta miopía (dificultad para ver de lejos) suelen tener globos oculares más grandes y elongados. Esto provoca que el vítreo se estire más y se separe de la retina más fácilmente. La anatomía del ojo en estos pacientes los hace más susceptibles a desarrollar DVP a una edad más temprana.

  • Traumatismos Oculares: Golpes o lesiones en el ojo pueden dañar el vítreo y alterar su estructura. Estos traumatismos pueden romper las fibras de colágeno y acelerar el proceso de desprendimiento. Incluso traumatismos aparentemente leves pueden, a largo plazo, contribuir al desarrollo del DVP.

  • Cirugías Oculares: Procedimientos quirúrgicos como la cirugía de cataratas, vitrectomía (extirpación del vítreo) o intervenciones para el tratamiento del glaucoma pueden alterar la dinámica del vítreo y favorecer su desprendimiento. Aunque estas cirugías son necesarias para mejorar la visión, conllevan un riesgo inherente de DVP.

  • Procesos Inflamatorios (Uveítis): La uveítis, una inflamación de la úvea (la capa media del ojo), puede afectar la integridad del vítreo. La inflamación puede liberar sustancias que dañan las fibras de colágeno y debilitan la adhesión del vítreo a la retina, promoviendo su desprendimiento.

Síntomas y Importancia de la Evaluación Oftalmológica

El síntoma más común del DVP es la aparición repentina de “moscas volantes” (pequeñas manchas, hilos o telarañas que flotan en el campo de visión). También pueden aparecer destellos de luz, especialmente en la periferia de la visión.

Si experimenta alguno de estos síntomas, es crucial que consulte a un oftalmólogo lo antes posible. Aunque el DVP en sí mismo no suele ser peligroso, en algunos casos puede provocar complicaciones graves como un desgarro o desprendimiento de retina. Un examen oftalmológico completo, que incluya la dilatación de la pupila para examinar la retina, es necesario para descartar estas complicaciones y determinar el tratamiento adecuado.

En resumen: El desprendimiento de vítreo posterior es un fenómeno común, particularmente asociado al envejecimiento, pero factores como la miopía elevada, traumatismos oculares, cirugías oculares y procesos inflamatorios pueden aumentar el riesgo. La detección temprana y la evaluación oftalmológica son fundamentales para prevenir complicaciones y preservar la salud visual. No ignore las “moscas volantes” o los destellos; consulte a su oftalmólogo.