¿Qué siente una persona cuando sufre del hígado?

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Cuando el hígado está afectado, la persona puede experimentar malestar general. Es común la hinchazón abdominal y en las extremidades inferiores. Además, la fragilidad capilar se manifiesta con la aparición de moretones con facilidad. Alteraciones en el color de la orina y las heces, junto con ictericia (piel y ojos amarillentos), son también señales de alarma.

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Manifestaciones Físicas de Enfermedades Hepáticas

El hígado, órgano vital para la salud humana, desempeña un papel crucial en el metabolismo, la desintoxicación y la producción de bilis. Cuando el hígado se ve comprometido por enfermedades o daños, pueden surgir una serie de manifestaciones físicas que alertan sobre su afectación.

Malestar General

Las personas con enfermedad hepática suelen experimentar malestar general, caracterizado por una sensación de cansancio, debilidad y falta de energía. Esto se debe a la alteración del metabolismo y la disminución de la función hepática, que dificulta el procesamiento y la eliminación de toxinas.

Edema

La hinchazón, conocida como edema, es un síntoma común en las enfermedades hepáticas. El hígado dañado no puede sintetizar adecuadamente las proteínas, lo que provoca una disminución de la albúmina en la sangre. La albúmina es responsable de retener líquidos dentro de los vasos sanguíneos, por lo que su déficit favorece la acumulación de líquidos en los tejidos, especialmente en el abdomen (ascitis) y en las extremidades inferiores.

Fragilidad Capilar

Las alteraciones en la coagulación sanguínea son frecuentes en las enfermedades hepáticas. El hígado sintetiza las proteínas necesarias para la formación de coágulos, por lo que su daño disminuye la capacidad del cuerpo para detener las hemorragias. Esto se manifiesta como una mayor tendencia a los moretones, incluso ante pequeños traumatismos.

Alteraciones en el Color de Orina y Heces

El hígado procesa la bilirrubina, un pigmento producido por la descomposición de los glóbulos rojos viejos. Cuando el hígado está afectado, no puede eliminar adecuadamente la bilirrubina, lo que provoca su acumulación en la sangre. Esta sobrecarga bilirrubínica da lugar a la ictericia, que se caracteriza por el color amarillento de la piel y los ojos, así como por la tonalidad oscura de la orina y la decoloración clara de las heces.

En resumen, las manifestaciones físicas de las enfermedades hepáticas incluyen malestar general, edema, fragilidad capilar y alteraciones en el color de la orina y las heces, incluyendo la ictericia. Estas señales de alerta deben ser tomadas en serio y consultadas con un profesional de la salud para un diagnóstico y tratamiento oportunos.