¿Qué significa que se te suban las hormigas al cuerpo?

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Sentimiento de entumecimiento y cosquilleo en la piel, causado por presión sobre un nervio.
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La Sensación de Hormigas Subiendo: Entendiendo el Parestesia

Casi todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos experimentado esa peculiar sensación de hormigas subiendo por alguna parte del cuerpo. Ya sea en un brazo adormecido después de dormir en una posición incómoda, o en una pierna que se ha dormido tras estar sentado por mucho tiempo, esta experiencia sensorial, técnicamente conocida como parestesia, puede resultar extraña e incluso inquietante.

La parestesia se define como una sensación anormal en la piel, caracterizada principalmente por entumecimiento, hormigueo, picazón, ardor o incluso una sensación de pinchazos. La descripción popular de hormigas subiendo captura bastante bien esa sensación de cosquilleo ligero e irregular que se experimenta en la superficie cutánea.

¿Cuál es la causa detrás de esta invasión imaginaria de insectos?

La causa más común de la parestesia transitoria (es decir, la que dura poco tiempo) es la compresión de un nervio. Cuando aplicamos presión sobre un nervio periférico, interrumpimos temporalmente su capacidad para transmitir señales nerviosas de forma adecuada. Imaginemos un cable eléctrico; si lo doblamos o lo aplastamos, la corriente eléctrica no fluirá de manera uniforme, generando interferencias o incluso un corte en la señal. De manera similar, la presión sobre un nervio altera la transmisión de impulsos nerviosos, lo que se traduce en esas sensaciones extrañas que percibimos.

Las causas más comunes de esta compresión nerviosa incluyen:

  • Mantener una postura inadecuada durante mucho tiempo: Sentarse con las piernas cruzadas durante horas, dormir en una posición que presione un brazo o permanecer de pie con el peso distribuido de forma desigual pueden comprimir nervios.
  • Aplicar presión directa sobre un nervio: Usar ropa ajustada, llevar un bolso pesado colgado del hombro o apoyarse repetidamente en una superficie dura pueden comprimir los nervios superficiales.
  • Lesiones: Un golpe, una fractura o una cirugía pueden dañar o comprimir los nervios cercanos.

Más allá de la incomodidad temporal: Parestesia crónica

Si bien la parestesia ocasional generalmente no es motivo de preocupación y desaparece en cuestión de minutos al liberar la presión sobre el nervio, la parestesia crónica o persistente puede indicar un problema de salud subyacente que requiere atención médica.

Algunas condiciones que pueden causar parestesia crónica incluyen:

  • Neuropatías: Daño a los nervios periféricos causado por diabetes, alcoholismo, deficiencias vitamínicas, enfermedades autoinmunes o exposición a toxinas.
  • Hernias discales: Una hernia discal puede comprimir los nervios espinales, causando parestesia en las extremidades.
  • Síndrome del túnel carpiano: La compresión del nervio mediano en la muñeca puede causar entumecimiento y hormigueo en la mano y los dedos.
  • Esclerosis múltiple (EM): Esta enfermedad autoinmune afecta el sistema nervioso central y puede causar parestesia como uno de sus síntomas.
  • Enfermedades vasculares: Problemas de circulación sanguínea pueden afectar el suministro de sangre a los nervios, causando daño y parestesia.

¿Cuándo consultar a un médico?

Es importante buscar atención médica si experimenta parestesia que:

  • Es persistente o empeora con el tiempo.
  • Se acompaña de otros síntomas, como debilidad muscular, dolor, dificultad para caminar o problemas de coordinación.
  • Afecta a una gran área del cuerpo.
  • Aparece repentinamente y sin una causa aparente.

Un médico puede realizar un examen físico y pruebas diagnósticas para determinar la causa subyacente de la parestesia y recomendar el tratamiento adecuado. Este tratamiento puede variar desde fisioterapia y medicamentos para aliviar el dolor hasta cirugía en casos más graves.

En resumen, la sensación de hormigas subiendo es una experiencia común y generalmente inofensiva. Sin embargo, la parestesia crónica puede ser un indicio de un problema de salud subyacente que requiere atención médica. Prestar atención a la frecuencia, duración y otros síntomas acompañantes de la parestesia es fundamental para determinar si es necesario buscar ayuda profesional.