¿Qué son los servicios turísticos según la OMT?

Desentrañando los Servicios Turísticos a la Luz de la OMT: Más Allá de la Simple Hospitalidad

El turismo, como industria global, se alimenta de una compleja red de interacciones y experiencias. Detrás de cada viaje, cada aventura y cada recuerdo memorable, reside un ecosistema de servicios cuidadosamente orquestados. Pero, ¿cómo podemos definir con precisión qué engloba este vasto universo de prestaciones? Aquí es donde la Organización Mundial del Turismo (OMT) se convierte en un faro, proporcionando una guía clara y concisa.

Según la OMT, los servicios turísticos son un conjunto de prestaciones dirigidas al turista, clasificables en servicios específicos. Esta definición, aunque concisa, encierra una profundidad considerable. No se trata simplemente de ofrecer alojamiento o transporte, sino de crear una experiencia integral que satisfaga las necesidades del viajero en cada etapa de su recorrido.

Para comprender mejor esta definición, la OMT la desglosa aún más, identificando dos categorías principales dentro de los servicios específicos:

• Servicios inherentes al viaje: Estos son los pilares fundamentales que hacen posible la experiencia turística en sí misma. Incluyen elementos esenciales como:

  • Transporte: Aéreo, terrestre o marítimo, el transporte es la columna vertebral que conecta al turista con su destino.
  • Alojamiento: Desde hoteles de lujo hasta modestos hostales, el alojamiento proporciona un espacio seguro y confortable para el descanso.
  • Alimentación: Restaurantes, cafeterías, bares y servicios de catering satisfacen las necesidades nutricionales del viajero y, a menudo, ofrecen una ventana a la cultura local.
  • Información turística: Oficinas de turismo, guías, mapas y aplicaciones que orientan al turista y le permiten descubrir los atractivos del destino.

• Servicios complementarios: Estos servicios no son estrictamente necesarios para el viaje, pero enriquecen significativamente la experiencia del turista, elevándola a un nuevo nivel. Incluyen:

  • Actividades recreativas: Excursiones, deportes de aventura, parques temáticos, spas y otras opciones de entretenimiento que complementan el viaje.
  • Servicios culturales: Visitas a museos, galerías de arte, teatros, festivales y eventos que permiten al turista sumergirse en la cultura local.
  • Compras: Tiendas de souvenirs, mercados locales y centros comerciales que ofrecen la oportunidad de adquirir recuerdos y productos típicos del destino.
  • Servicios financieros: Cambio de divisas, cajeros automáticos y seguros de viaje que facilitan la gestión económica del turista.

En definitiva, la definición de la OMT de servicios turísticos va más allá de la mera transacción comercial. Se trata de un enfoque holístico que considera las necesidades, expectativas y deseos del turista en su totalidad. La clave radica en la sinergia entre los servicios inherentes y los complementarios, trabajando en conjunto para crear una experiencia memorable y satisfactoria.

En un mundo cada vez más globalizado y competitivo, comprender y aplicar la definición de la OMT de servicios turísticos se vuelve fundamental para el éxito de cualquier destino o empresa turística. Se trata de ofrecer algo más que un simple viaje; se trata de crear recuerdos imborrables que impulsen la lealtad del cliente y fomenten el crecimiento sostenible de la industria turística.