¿Qué hongo le sale a la naranja?

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El moho azul ( Penicillium italicum) y el moho verde (Penicillium digitatum) son hongos que aparecen frecuentemente en naranjas tras su recolección. Estos penetran por daños en la piel, haciendo crucial evitar golpes durante el manejo de la fruta.

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El enemigo invisible de la naranja: Moho azul y verde

La naranja, con su vibrante color y sabor cítrico, es una de las frutas más populares a nivel mundial. Sin embargo, su vida post-cosecha está constantemente amenazada por un enemigo silencioso: los hongos. Si alguna vez te has encontrado con una naranja cubierta de un polvo azulado o verdoso, has presenciado el trabajo de dos de los patógenos más comunes de esta fruta: el moho azul ( Penicillium italicum) y el moho verde (Penicillium digitatum).

Estos hongos, pertenecientes al género Penicillium, no solo deterioran la apariencia de la naranja, sino que también comprometen su calidad nutricional y la hacen inviable para el consumo. A diferencia de otros microorganismos que pueden atacar frutas sanas, Penicillium italicum y Penicillium digitatum son oportunistas. Esto significa que necesitan una puerta de entrada para infectar la fruta. ¿Cuál es esa puerta de entrada? Las heridas, rasguños, magulladuras y cualquier tipo de daño en la piel de la naranja.

Imagina el proceso: durante la cosecha, el transporte o el almacenamiento, una naranja sufre un pequeño golpe o roce. Aunque aparentemente insignificante, este daño crea una fisura microscópica en la cáscara, permitiendo que las esporas de Penicillium, omnipresentes en el ambiente, accedan al interior de la fruta.

Una vez dentro, las esporas germinan y comienzan a alimentarse de los azúcares y otros nutrientes presentes en la pulpa de la naranja. A medida que el hongo crece, va produciendo enzimas que descomponen la estructura celular de la fruta, generando la característica apariencia mohosa. El moho azul, causado por Penicillium italicum, generalmente produce manchas de color azul verdoso rodeadas de un halo blanco, mientras que el moho verde, obra de Penicillium digitatum, se manifiesta como una masa verde pulverulenta.

La prevención es clave. Dado que estos hongos aprovechan los daños en la piel de la naranja, es fundamental tomar precauciones durante el manejo de la fruta. Evitar golpes y magulladuras durante la recolección, el transporte y el almacenamiento es crucial para minimizar el riesgo de infección. Un manejo cuidadoso reduce significativamente la probabilidad de crear esas “puertas de entrada” para el Penicillium.

Además, una adecuada higiene en las instalaciones de manipulación de la fruta y la aplicación de fungicidas post-cosecha (cuando sea apropiado y dentro de las regulaciones vigentes) pueden contribuir a controlar la propagación de estos hongos.

En resumen, la presencia de moho azul y verde en las naranjas es un problema común que afecta la calidad y la vida útil de la fruta. Entender cómo estos hongos operan y cómo prevenirlos, mediante un manejo cuidadoso y medidas de higiene, es esencial para asegurar que disfrutemos de naranjas frescas y saludables. La próxima vez que veas una naranja con moho, recuerda que detrás de esa pequeña mancha se esconde una historia de oportunidad, vulnerabilidad y la importancia de la prevención.