¿Cómo queda después de sacar un lunar?

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La extracción de un lunar deja una pequeña herida que puede causar molestias leves, inflamación y enrojecimiento. La recuperación varía según el procedimiento y el tamaño del lunar, pero la sensibilidad suele disminuir gradualmente en pocos días.
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Recuperación tras la eliminación de un lunar

La eliminación de un lunar implica la extirpación de una pequeña masa de piel. Este procedimiento puede dejar una pequeña herida que requiere cuidados adecuados para una curación óptima.

Inmediatamente después de la extracción:

  • La zona del lunar estará cubierta con un apósito para proteger la herida.
  • Es posible que se experimente una ligera molestia, inflamación y enrojecimiento alrededor de la zona tratada.

Etapas de la curación:

La recuperación de la extracción de un lunar varía en función del procedimiento utilizado y del tamaño del lunar. Las etapas típicas de curación son:

  • Días 1-3: La inflamación y el enrojecimiento pueden alcanzar su punto máximo. Puede haber un poco de secreción o sangrado.
  • Días 4-7: La inflamación disminuye gradualmente. La zona tratada puede empezar a formar una costra.
  • Semanas 2-4: La costra se cae, revelando piel nueva debajo. La zona puede estar ligeramente rosada o con una pigmentación diferente.
  • Meses siguientes: La piel nueva continuará madurando y la pigmentación se irá acercando al tono de la piel circundante.

Sensibilidad y molestias:

  • La zona alrededor de la extracción puede ser sensible al tacto durante los primeros días.
  • La sensibilidad suele disminuir gradualmente en el plazo de una semana o dos.

Cuidados posteriores:

  • Mantener la herida limpia y seca.
  • Cambiar el apósito según las instrucciones del médico.
  • Evitar manipular o rascar la zona.
  • Aplicar una crema antibiótica si es necesario.
  • Proteger la zona del sol directo, ya que la piel nueva es más sensible.

Cuándo consultar a un médico:

Si experimenta alguno de los siguientes síntomas, busque atención médica inmediatamente:

  • Fiebre o escalofríos
  • Dolor intenso o hinchazón
  • Secreción purulenta o mal olor
  • Enrojecimiento o inflamación que empeora

En general, la recuperación tras la eliminación de un lunar debería ser sencilla y sin complicaciones. Siguiendo las instrucciones de cuidado posteriores, puede ayudar a garantizar una curación óptima y minimizar las cicatrices.