¿Cuánto tiempo durará 50 g de protector solar?

El Mito de la Duración: 50g de Protector Solar, ¿Cuánto Tiempo Dura Realmente?

Muchas veces asociamos la cantidad de protector solar que compramos (por ejemplo, un frasco de 50g) con la duración de su protección. Creemos que un frasco grande nos dará protección durante semanas o incluso meses. Sin embargo, esto es un error común. La pregunta “¿Cuánto tiempo dura un frasco de 50g de protector solar?” es, en realidad, la pregunta equivocada.

La duración efectiva del protector solar no se mide en días, semanas o meses, sino en reaplicaciones. Un frasco de 50g, 100g o cualquier otra cantidad, no garantiza una protección prolongada de forma pasiva. Su eficacia depende exclusivamente de la frecuencia con la que lo reaplicas.

Independientemente de la cantidad inicial de producto (50g en este caso), la protección ofrecida por el filtro solar disminuye con el paso del tiempo debido a varios factores: la transpiración, el roce con la ropa, el contacto con el agua (sea mar, piscina o incluso sudor), y simplemente, la absorción natural por la piel.

Por lo tanto, la respuesta a la pregunta inicial es: un frasco de 50g de protector solar durará tanto como dure la necesidad de reaplicación. Y esta necesidad se presenta, generalmente, cada 2 a 3 horas. Si te expones al sol durante 6 horas, necesitarás reaplicar el protector solar al menos dos o tres veces, independientemente de que hayas comenzado con 50g, 100g o más.

Es crucial comprender que la cantidad de producto aplicada en cada ocasión también influye. Una aplicación escasa no proporcionará la protección SPF indicada en el envase. Recuerda consultar las instrucciones del fabricante para determinar la cantidad adecuada para cubrir completamente las zonas expuestas al sol.

En resumen, céntrate en la correcta aplicación y reaplicación del protector solar cada 2-3 horas, más frecuentemente si nadas o sudas profusamente. No te dejes engañar por la cantidad del frasco; la clave para una protección solar efectiva radica en la frecuencia de la reaplicación, no en la cantidad inicial del producto. La protección solar es una estrategia activa, no pasiva.