¿Cómo es el otro lado de la Luna?

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El otro lado de la Luna, también conocido como la cara oculta o lejano, presenta un paisaje diferente al visible desde la Tierra. Su corteza es más gruesa y montañosa, con menos mares (planicies volcánicas oscuras) que el hemisferio cercano. La exploración robótica ha revelado detalles sorprendentes de su geología.
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El Enigmático Lado Oculto de la Luna

Más allá de la familiar cara visible de la Luna, se encuentra un mundo oculto y fascinante: el lado lejano. A diferencia de su contraparte más conocida, el lado lejano presenta un paisaje enigmático que ha permanecido en gran medida inexplorado hasta tiempos recientes.

Un Lienzo Montañoso

Lo más llamativo del lado lejano es su terreno montañoso. La corteza aquí es significativamente más gruesa que en el lado cercano, lo que resulta en imponentes cadenas montañosas y cráteres masivos. El cráter más grande, la Cuenca del Polo Sur-Aitken, es de dimensiones asombrosas, con un diámetro de 2.500 kilómetros. Es la estructura de impacto más grande y antigua conocida en el Sistema Solar.

Un Parcheado de Impactos

La superficie del lado lejano está marcada por una densa concentración de cráteres, lo que indica una historia de intensos bombardeos. La ausencia de mares oscuros (planicies volcánicas) sugiere que esta región carece de actividades volcánicas significativas en su pasado.

Descubrimientos de Exploración Robótica

Gracias a las misiones robóticas, hemos obtenido información valiosa sobre la geología del lado lejano. Las imágenes de alta resolución de las sondas espaciales han revelado la presencia de minerales inusuales, como el olivino, que provide información sobre la composición del manto lunar.

Además, se han descubierto estructuras tectónicas, como fallas y fosas tectónicas, que indican una actividad geológica pasada. Estas características brindan pistas sobre las fuerzas que han dado forma a la superficie lunar.

Un Límite entre Mundos

La transición entre el lado cercano y lejano de la Luna es un límite abrupto, marcado por un borde conocido como la Escarpa Orientale. Esta escarpa se formó cuando un impacto masivo en el lado lejano empujó material hacia el lado cercano, creando una diferencia significativa en el terreno.

La Escarpa Orientale sirve como un recordatorio de la historia violenta de la Luna y el dinamismo que ha dado forma a su superficie a lo largo de miles de millones de años.

Un Objetivo de Exploración Futura

El lado lejano de la Luna sigue siendo un misterio en gran medida, lo que lo convierte en un objetivo tentador para futuras misiones de exploración. Las agencias espaciales de todo el mundo planean enviar misiones a esta región inexplorada, con la esperanza de desentrañar sus secretos y comprender mejor la historia y la evolución de la Luna.

En conclusión, el lado lejano de la Luna es un mundo fascinante y enigmático que contrasta marcadamente con su contraparte familiar. Su terreno montañoso, su corteza gruesa y su ausencia de mares lo convierten en un objetivo único para la exploración científica. A medida que continuamos explorando este lado oculto, prometemos desentrañar más misterios y profundizar nuestra comprensión del cuerpo celeste más cercano de la Tierra.