¿Cómo fue que se creó la luz?

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La luz, a diferencia de la bombilla, no es una invención; siempre ha existido. La bombilla, sin embargo, marcó un hito al permitir la generación artificial de luz eléctrica, convirtiéndose en el primer dispositivo que la produjo a través de la corriente.
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La luz, ese fenómeno que baña nuestros días y nos permite percibir el mundo que nos rodea, no es un invento humano. A diferencia de la bombilla, no surgió de la mente de un inventor, sino que es un componente fundamental del universo, tan antiguo como el tiempo mismo. Su origen se remonta a los albores de la creación, un proceso fascinante que entrelaza la física cuántica y la cosmología.

Preguntarse cómo se creó la luz es como preguntarse cómo se creó el universo. En los instantes posteriores al Big Bang, el universo era una sopa densa y caliente de partículas elementales. No existían átomos ni moléculas, solo un plasma opaco e incandescente. A medida que el universo se expandía y enfriaba, estas partículas comenzaron a combinarse, formando protones, neutrones y electrones. Sin embargo, la luz, en forma de fotones, permanecía atrapada en esta densa maraña de partículas, incapaz de viajar libremente.

Aproximadamente 380,000 años después del Big Bang, ocurrió un evento crucial: la recombinación. El universo se enfrió lo suficiente como para que los electrones se unieran a los núcleos atómicos, formando los primeros átomos neutros, principalmente hidrógeno. Este proceso liberó los fotones, permitiendo que la luz viajara libremente por el universo por primera vez. Esta primera luz, conocida como radiación cósmica de fondo de microondas, es un vestigio de aquel momento primordial y puede ser detectada aún hoy en día, proporcionando a los científicos una ventana al pasado del universo.

Así pues, la luz no fue “creada” en un sentido convencional, sino que emergió como consecuencia de la evolución del universo. Es una manifestación de la energía, una onda electromagnética que viaja a una velocidad asombrosa. Mucho tiempo después, la humanidad aprendió a manipular y generar luz de forma artificial. La invención de la bombilla, atribuida principalmente a Thomas Edison, aunque basada en el trabajo de muchos predecesores, no fue la creación de la luz, sino el desarrollo de un dispositivo capaz de producir luz eléctrica de forma controlada y sostenida. La bombilla marcó un hito en la historia de la tecnología, permitiendo iluminar la noche y transformando la vida humana para siempre. Pero es importante recordar que la luz, en su esencia primordial, es mucho más antigua que cualquier invento humano, un testimonio silencioso del origen y la evolución del cosmos.