¿Dónde hace 71 grados bajo cero?

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Oimiakón, situado a orillas del río Indigirka, ostenta el título de uno de los lugares habitados más fríos del planeta. Su gélido invierno, prácticamente eterno, culminó en 1926 con un registro de -71.2°C, una temperatura récord que lo consagró como un polo de frío extremo.

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El lugar más frío habitado de la Tierra: Oimiakón

En el corazón de Siberia, a orillas del gélido río Indigirka, se encuentra el pueblo de Oimiakón. Este remoto lugar es conocido por su clima extremo, con inviernos que parecen interminables y temperaturas que desafían los límites de lo soportable. De hecho, Oimiakón ostenta el récord de ser uno de los lugares habitados más fríos de la Tierra.

El invierno en Oimiakón es una prueba de resistencia. Las temperaturas descienden rutinariamente por debajo de los -40 °C, y no es raro que caigan por debajo de los -50 °C. El pueblo está sumido en la oscuridad casi total durante los largos meses de invierno, ya que el sol apenas sale unas pocas horas al día.

Pero el récord de frío de Oimiakón se estableció el 26 de enero de 1926, cuando la temperatura cayó a un asombroso -71,2 °C. Esta temperatura extrema es la más baja jamás registrada en un lugar habitado, lo que convierte a Oimiakón en un verdadero polo de frío.

A pesar de las condiciones extremas, Oimiakón está habitado por un pequeño grupo de personas resistentes que han aprendido a adaptarse al duro clima. Las casas están bien aisladas, a menudo con doble o triple acristalamiento, y los residentes se abrigan con ropa gruesa de pieles.

La vida en Oimiakón no es fácil. La escasez de luz solar puede provocar depresión estacional, y las bajas temperaturas pueden ser peligrosas para la salud. Sin embargo, los habitantes del pueblo se enorgullecen de su capacidad de supervivencia, y su espíritu de comunidad les ayuda a superar los desafíos del frío extremo.

Oimiakón es un testimonio de la capacidad de adaptación humana a incluso los entornos más inhóspitos. Su clima extremo es un recordatorio de la fragilidad de nuestra existencia y del poder de la perseverancia humana.