¿Cómo se gana 1 kg de grasa?

El Misterio del Kilo de Grasa: Más que Solo Calorías

Ganar un kilogramo de grasa corporal no es un proceso inmediato ni tan simple como añadir 7700 kcal a nuestra ingesta diaria. Si bien la afirmación de que se necesitan aproximadamente 7700 a 8200 kcal extra para acumular un kilogramo de grasa es correcta en teoría, la realidad es mucho más compleja y matizada. Este número representa un balance energético global, ignorando las complejidades del metabolismo individual y los factores que influyen en la absorción y utilización de esas calorías.

La idea errónea de que se puede ganar un kilo de grasa en un día, comiendo una cantidad excesiva de comida, es precisamente eso: una errónea simplificación. La fluctuación diaria en el peso corporal se ve afectada por numerosos factores, principalmente la retención de agua y los cambios en el contenido de glucógeno en los músculos. El glucógeno, la forma en que nuestro cuerpo almacena glucosa, se une a moléculas de agua. Una dieta rica en carbohidratos puede aumentar el peso temporalmente debido a esta mayor retención de agua, dando la falsa impresión de un aumento rápido de grasa. Del mismo modo, la deshidratación puede provocar una pérdida de peso aparente, que no refleja una pérdida de grasa real.

El proceso de almacenamiento de grasa es un proceso gradual que implica varios pasos metabólicos. El cuerpo prioriza la utilización de las calorías ingeridas para cubrir sus necesidades energéticas inmediatas (metabolismo basal, actividad física, digestión). Sólo cuando hay un excedente calórico consistente y prolongado, después de satisfacer esas necesidades, se inicia el proceso de lipogénesis, la formación de nuevas células de grasa.

Por lo tanto, ganar un kilogramo de grasa corporal es el resultado de un desequilibrio energético crónico y mantenido en el tiempo, no de un único evento de alta ingesta calórica. Este desequilibrio se manifiesta por la ingesta sistemática de más calorías de las que se gastan, a través de una combinación de:

• Alta ingesta calórica: Consumir más calorías de las que se necesitan. Esto puede deberse a una dieta con exceso de alimentos altamente calóricos (grasas saturadas, azúcares refinados) y/o porciones excesivamente grandes.
• Baja actividad física: Una falta de ejercicio físico limita el gasto calórico, contribuyendo al desequilibrio energético.
• Factores genéticos y hormonales: La predisposición genética y las alteraciones hormonales pueden influir en la eficiencia con la que el cuerpo almacena grasa.

En resumen, aunque la cifra de 7700-8200 kcal representa el equivalente energético de un kilogramo de grasa, la realidad de cómo se acumula este peso es un proceso complejo y gradual, que depende de una combinación de factores que van más allá de la simple suma de calorías. Enfocarse en una alimentación equilibrada, un estilo de vida activo y la comprensión de las señales de hambre y saciedad es mucho más efectivo para gestionar el peso corporal que obsesionarse con cifras abstractas.