¿Cómo se le llama a la comida que se echa a perder?

14 ver
Se denomina alimento perecedero a aquel que se deteriora fácilmente. Su tiempo de duración limitado se conoce como caducidad, clasificándolos en perecederos y no perecederos.
Comentarios 0 gustos

El enemigo silencioso de la despensa: ¿Cómo se llama la comida que se echa a perder?

En la lucha por mantener una despensa organizada y eficiente, nos encontramos con un enemigo invisible: la comida que se echa a perder. Todos hemos experimentado la decepción de abrir la nevera y encontrar un trozo de fruta convertido en papilla o un yogurt con un olor poco agradable. Pero, ¿cómo se llama exactamente este fenómeno y qué determina su duración en la despensa?

La respuesta es simple: alimento perecedero. Esta categoría engloba todo aquel alimento que se deteriora fácilmente debido a diversos factores, como la acción de bacterias, hongos, humedad o la simple oxidación.

Caducidad: Un reloj invisible que marca el tiempo

El tiempo de vida limitado de los alimentos perecederos se conoce como caducidad. Esta fecha límite se determina a través de análisis específicos que evalúan la conservación de los alimentos, considerando su textura, color, olor y propiedades organolépticas. Es importante destacar que la fecha de caducidad no significa que el alimento sea inmediatamente peligroso, sino que indica un punto a partir del cual la calidad del producto puede verse comprometida.

Dos categorías: Perecederos y no perecederos

Para navegar con mayor seguridad en la despensa, la comida se clasifica en dos grupos:

  • Perecederos: Incluyen productos como carne, pescado, aves, frutas, verduras, lácteos, huevos y pan. Estos alimentos son altamente sensibles a la descomposición y requieren refrigeración o congelación para aumentar su duración.
  • No perecederos: Abarcan alimentos envasados, conservas, cereales, harinas, legumbres y especias. Estos alimentos se caracterizan por una mayor resistencia a la descomposición y, por lo general, no requieren refrigeración.

Consejos para evitar la comida desperdiciada

Para combatir el enemigo silencioso de la despensa, podemos tomar medidas preventivas:

  • Chequear fechas de caducidad: Revisar las etiquetas al momento de comprar y almacenar.
  • Mantener la refrigeración adecuada: Utilizar temperaturas adecuadas para los productos que lo requieran.
  • Almacenar correctamente: Elegir recipientes adecuados y evitar el contacto directo entre alimentos.
  • Utilizar métodos de conservación: Congelar, envasar al vacío o aplicar técnicas de salmuera o fermentación para prolongar la duración de los alimentos.

Un enemigo invisible, pero no invencible:

Entender cómo funcionan los alimentos perecederos y sus procesos de descomposición es fundamental para evitar el desperdicio de alimentos. Con un poco de conocimiento y una buena planificación, podemos mantener la despensa limpia y eficiente, evitando el enemigo invisible que amenaza nuestro presupuesto y nuestra salud.