¿Qué hacer para que el cocido no dé gases?

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Para reducir los gases del cocido, interrumpe la ebullición inicial de las legumbres. Incorpora especias digestivas como canela o comino, y evita grasas como chorizo o tocino. Un truco adicional: añadir una cucharada de bicarbonato durante la cocción, aunque puede alterar ligeramente el sabor.

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El Cocido sin Gases: Un Recetario de Alivio Digestivo

El cocido, un plato emblemático de la cocina española, es sinónimo de sabor y tradición. Sin embargo, su riqueza en legumbres, a menudo, conlleva un indeseable compañero: los gases. Pero no desesperes, ¡disfrutar de un delicioso cocido sin sufrir las molestias digestivas es posible! Con unos sencillos trucos, puedes transformar tu experiencia culinaria y degustar este manjar sin preocupaciones.

La clave para un cocido ligero reside en la gestión de la cocción de las legumbres, responsables principales de la flatulencia. La ebullición prolongada y vigorosa de las mismas libera gran cantidad de oligosacáridos, azúcares complejos que nuestra flora intestinal no digiere fácilmente, generando así los molestos gases. Por ello, la primera y más importante recomendación es interrumpir la ebullición inicial. En lugar de un hervor constante, opta por un hervor suave, incluso un ligero hervor, después de los primeros minutos de ebullición, o recurre al método de remojo previo de las legumbres durante varias horas (o incluso toda la noche) en agua fría. Este pre-remojo ayuda a que las legumbres se hidraten y ablanden, reduciendo la formación de gases durante la cocción.

Más allá del control de la ebullición, las especias pueden ser tus grandes aliadas. Incorpora especias digestivas como el comino o la canela durante el proceso de cocción. Estas especias poseen propiedades carminativas, es decir, ayudan a eliminar los gases del sistema digestivo. Un toque sutil de estas especias no sólo aliviará la digestión, sino que también aportará un toque aromático extra al cocido. Experimenta con diferentes cantidades hasta encontrar el equilibrio perfecto entre sabor y alivio digestivo.

Otro factor a considerar es la elección de los ingredientes. Las grasas presentes en ingredientes como el chorizo o el tocino, aunque aportan sabor, pueden dificultar la digestión y aumentar la producción de gases. Si bien un cocido tradicional suele incluirlos, puedes optar por reducir su cantidad o sustituirlos por opciones más ligeras como panceta magra o jamón serrano en cantidades moderadas. Recuerda que el equilibrio es fundamental.

Finalmente, existe un truco adicional que, aunque puede alterar ligeramente el sabor, resulta bastante efectivo: añadir una cucharada de bicarbonato sódico durante la cocción. El bicarbonato ayuda a neutralizar la acidez de las legumbres, reduciendo la formación de gases. Sin embargo, es importante usarlo con moderación, ya que un exceso podría afectar el sabor del cocido. Te recomendamos comenzar con media cucharada y observar el resultado.

En resumen, disfrutar de un cocido delicioso y sin gases es posible con una planificación cuidadosa y la aplicación de estos sencillos consejos. Recuerda que el pre-remojo, la cocción suave, el uso de especias digestivas, la moderación en el uso de grasas y la posible adición de bicarbonato, son tus aliados para un cocido exquisito y una digestión placentera. ¡Buen provecho!