¿Qué hacer si olvidé dejar los garbanzos en remojo durante la noche?

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Para ablandar garbanzos secos olvidados en remojo, añádelos a una olla a presión o cacerola con abundante agua. Incorpora media cucharadita de bicarbonato de sodio o de Eno; esto acelerará el proceso de cocción y conseguirás garbanzos tiernos en menos tiempo.

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¡Socorro! Olvidé Remojar los Garbanzos: Soluciones para una Cena Deliciosa

A todos nos ha pasado: planeamos una deliciosa cena, revisamos la receta, compramos los ingredientes… y ¡zas! Recordamos justo antes de acostarnos que olvidamos el paso fundamental: remojar los garbanzos. La receta de hummus que tanto ansiábamos, o ese guiso reconfortante, parecen imposibles. Pero, ¡no te preocupes! Olvidar remojar los garbanzos no significa renunciar a tu plato. Aquí te presentamos soluciones prácticas para salvar la situación y disfrutar de tus garbanzos sin tener que esperar un día entero.

La Solución Rápida: Olla a Presión o Bicarbonato de Sodio

La clave para ablandar rápidamente los garbanzos secos que olvidaste remojar reside en dos herramientas: la olla a presión (si la tienes) o un poco de bicarbonato de sodio (o Eno). Ambos métodos alteran la estructura del garbanzo, permitiendo que el agua penetre más fácilmente y ablande el grano más rápidamente.

Opción 1: La Magia de la Olla a Presión

Si tienes una olla a presión, ya sea la tradicional o la moderna olla eléctrica, estás de suerte. Este electrodoméstico es un verdadero salvavidas cuando se trata de cocinar ingredientes que normalmente requieren largos tiempos de cocción.

  1. Enjuaga los garbanzos: Lava los garbanzos secos bajo agua corriente para eliminar cualquier suciedad o impurezas.
  2. Coloca en la olla: Introduce los garbanzos en la olla a presión y cúbrelos con abundante agua. Asegúrate de que el agua sobrepase los garbanzos en al menos cinco centímetros, ya que absorberán mucha agua durante la cocción.
  3. Cocina a presión: Cierra la olla y cocina a presión durante aproximadamente 40-50 minutos. El tiempo exacto dependerá de tu olla a presión y la antigüedad de los garbanzos. Los garbanzos más viejos pueden tardar un poco más en ablandarse.
  4. Liberación de la presión: Deja que la presión se libere de forma natural. Una vez que la presión haya bajado por completo, abre la olla con cuidado.
  5. Comprueba la textura: Prueba los garbanzos. Si todavía están un poco duros, vuelve a cerrar la olla y cocina a presión durante unos minutos más.

Opción 2: El Secreto del Bicarbonato (o Eno)

Si no tienes una olla a presión, el bicarbonato de sodio es tu mejor aliado. El bicarbonato (o incluso una pizca de Eno, que contiene bicarbonato) ayuda a romper la capa externa del garbanzo, facilitando la absorción de agua.

  1. Enjuaga los garbanzos: Igual que antes, enjuaga los garbanzos secos bajo agua corriente.
  2. Cacerola y agua: Coloca los garbanzos en una cacerola grande y cúbrelos con abundante agua. Asegúrate de que haya suficiente agua para que los garbanzos se expandan.
  3. Bicarbonato al rescate: Añade media cucharadita de bicarbonato de sodio (o una pizca de Eno) al agua.
  4. Hervir y cocinar a fuego lento: Lleva el agua a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Cocina a fuego lento durante aproximadamente 1 hora y 30 minutos a 2 horas, o hasta que los garbanzos estén tiernos.
  5. Comprueba el agua: Vigila el nivel del agua durante la cocción y añade más si es necesario. Los garbanzos deben estar siempre cubiertos.
  6. Prueba la textura: Pincha los garbanzos con un tenedor para comprobar su textura. Deben estar blandos y fáciles de aplastar.

Consejos Adicionales:

  • Elimina la espuma: Durante la cocción, puede formarse una espuma en la superficie del agua. Retira la espuma con una cuchara para obtener un caldo más limpio y sabroso.
  • No salar al principio: Evita añadir sal al agua al principio de la cocción, ya que esto puede endurecer los garbanzos. Añade la sal al final, cuando los garbanzos estén casi listos.
  • Guarda el caldo: El caldo resultante de la cocción de los garbanzos es rico en nutrientes y sabor. No lo tires, úsalo para preparar sopas, guisos o como base para salsas.

Conclusión:

Olvidar remojar los garbanzos no tiene por qué arruinar tus planes culinarios. Con estos sencillos trucos, puedes ablandar los garbanzos rápidamente y disfrutar de una deliciosa comida sin tener que esperar. ¡Así que no te desanimes, ponte manos a la obra y disfruta de tus garbanzos!