¿Qué quita la ansiedad de comer a cada rato?

Más Allá del Plato: Abordando la Ansiedad que Disfraza el Comer Constante

La ansiedad que nos lleva a comer constantemente, un comportamiento a menudo asociado con el trastorno por atracón, es una compleja interacción entre factores emocionales, físicos y psicológicos. No se trata simplemente de “tener hambre”, sino de una necesidad profunda de consuelo, escape o regulación emocional que se satisface, de forma errónea y temporal, con la comida. Desentrañar esta compleja red es clave para liberarse del ciclo de ansiedad y alimentación compulsiva. Y la buena noticia es que existen vías efectivas para lograrlo.

Contrario a la creencia popular, una simple dieta restrictiva o un cambio brusco en la alimentación no suele ser la solución. De hecho, puede empeorar la situación, generando mayor frustración y ansiedad. El enfoque debe ser holístico, abordando tanto las causas subyacentes como los síntomas. La idea no es simplemente “dejar de comer”, sino entender por qué se recurre a la comida en momentos de estrés o malestar.

Como se menciona correctamente, la terapia psicológica juega un papel fundamental. No se limita a “hablar” con un profesional, sino a un proceso profundo de autodescubrimiento y aprendizaje de mecanismos de afrontamiento saludables. A través de diferentes técnicas terapéuticas, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), la terapia de aceptación y compromiso (ACT) o la terapia dialéctico-conductual (DBT), se busca:

• Identificar los detonantes: ¿Qué situaciones, emociones o pensamientos desencadenan la necesidad de comer? Aprender a reconocer estos patrones es el primer paso para interrumpirlos.
• Desarrollar habilidades de afrontamiento: La terapia ayuda a construir herramientas para gestionar el estrés, la ansiedad y las emociones negativas sin recurrir a la comida. Esto puede incluir técnicas de relajación, meditación, mindfulness o la identificación de actividades alternativas placenteras.
• Modificar patrones de pensamiento: La TCC, por ejemplo, ayuda a identificar y desafiar pensamientos negativos o distorsionados relacionados con la comida, el cuerpo y la autoestima, que contribuyen al ciclo de ansiedad y alimentación compulsiva.
• Trabajar en la autoestima y la autoaceptación: Muchas veces, la alimentación compulsiva se relaciona con problemas de autoestima y la búsqueda de validación externa. La terapia ayuda a construir una relación más sana consigo mismo.

En paralelo a la terapia psicológica, el asesoramiento nutricional proporciona una guía alimentaria que promueve una relación equilibrada y sana con la comida. No se trata de dietas restrictivas, sino de aprender a escuchar las señales de hambre y saciedad del cuerpo, a elegir alimentos nutritivos y a establecer una relación más consciente con la alimentación. El nutricionista puede ayudar a:

• Crear un plan de alimentación flexible y sostenible: Un plan que se ajuste al estilo de vida y que no genere sentimientos de privación.
• Identificar posibles deficiencias nutricionales: En algunos casos, la ansiedad puede estar relacionada con desequilibrios nutricionales que necesitan ser corregidos.
• Promover hábitos alimenticios saludables: Incorporar la planificación de comidas, la hidratación adecuada y el control de porciones.

En conclusión, superar la ansiedad que impulsa el comer constantemente requiere un compromiso con el autocuidado y un enfoque integral que combine terapia psicológica y asesoramiento nutricional. Es un proceso que requiere paciencia, perseverancia y un equipo de profesionales capacitados que apoyen en cada paso del camino. Recordar que el objetivo no es la perfección, sino el progreso constante hacia una relación más sana consigo mismo y con la comida.