¿Cómo afecta el queso a la presión arterial?

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El consumo de productos lácteos bajos en grasa puede contribuir a la reducción de la presión arterial sistólica. Estudios sugieren un posible efecto beneficioso, especialmente con este tipo de lácteos.
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Cómo afecta el queso a la presión arterial

La presión arterial alta es un problema de salud grave que afecta a millones de personas en todo el mundo. Es un factor de riesgo importante para enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal.

La dieta es un factor importante que puede influir en la presión arterial. Algunos tipos de alimentos, como el queso, pueden tener un impacto en los niveles de presión arterial.

Queso y presión arterial

El queso es un alimento rico en sodio y grasas saturadas. El sodio es un electrolito que puede aumentar la presión arterial si se consume en exceso. Las grasas saturadas también pueden contribuir a la presión arterial alta al aumentar los niveles de colesterol LDL (malo).

Sin embargo, no todos los tipos de queso tienen el mismo impacto en la presión arterial. Los quesos bajos en sodio y grasas saturadas, como el requesón o la mozzarella, tienen menos probabilidades de aumentar la presión arterial.

Productos lácteos bajos en grasa y presión arterial

Algunos estudios han demostrado que el consumo de productos lácteos bajos en grasa puede ayudar a reducir la presión arterial sistólica (el número superior en una lectura de presión arterial). Los productos lácteos bajos en grasa son ricos en calcio, que es un mineral importante para la salud cardiovascular.

Un metanálisis de 20 estudios encontró que el consumo de productos lácteos bajos en grasa se asoció con una modesta reducción de la presión arterial sistólica.

Posibles mecanismos

Existen varios mecanismos posibles por los cuales los productos lácteos bajos en grasa pueden ayudar a reducir la presión arterial:

  • El calcio: El calcio puede ayudar a relajar los vasos sanguíneos, lo que reduce la presión arterial.
  • Los péptidos bioactivos: Los productos lácteos fermentados, como el yogur y el kéfir, contienen péptidos bioactivos que pueden tener efectos beneficiosos sobre la presión arterial.
  • Los probióticos: Los probióticos son bacterias beneficiosas que se encuentran en los productos lácteos fermentados. Los probióticos pueden ayudar a reducir la inflamación, que es un factor de riesgo para la presión arterial alta.

Conclusión

Aunque el queso alto en sodio y grasas saturadas puede aumentar la presión arterial, los quesos bajos en estos nutrientes tienen menos probabilidades de tener un impacto negativo. Además, el consumo de productos lácteos bajos en grasa puede ayudar a reducir la presión arterial sistólica.

Es importante tener en cuenta que los efectos del queso y los productos lácteos en la presión arterial pueden variar según el individuo. Si tienes presión arterial alta, es importante hablar con tu médico sobre los alimentos que debes comer y evitar.