¿Cuál es el mejor queso para la presión arterial alta?

El mejor queso para la presión arterial alta: opciones sabrosas y saludables

Para las personas con presión arterial alta (hipertensión), controlar la ingesta de sodio es crucial. Pero, ¿qué pasa con ese delicioso antojo de queso? ¿Existe algún queso que se pueda disfrutar sin preocupaciones?

Quesos frescos: una opción más segura

La respuesta es sí, existen quesos que pueden ser una opción más segura para las personas con hipertensión: quesos frescos como el blanco o de nata. Estos quesos se caracterizan por su bajo contenido de sodio, lo que los convierte en una alternativa más saludable que otros quesos curados o procesados.

Blanco y nata: bajos en sodio y ricos en sabor

El queso blanco o de nata es un queso blando y fresco con un sabor suave y cremoso. Contiene solo alrededor de 45 mg de sodio por onza, lo que lo convierte en una de las opciones de queso más bajas en sodio disponibles.

Consumo moderado: la clave para un disfrute saludable

Si bien los quesos frescos son una mejor opción para las personas con hipertensión, es importante consumirlos con moderación. Incluso los quesos frescos contienen algo de sodio, por lo que comerlos en exceso puede elevar los niveles de presión arterial.

Limite las porciones y elija opciones bajas en grasa

Para disfrutar del queso sin culpa, limite las porciones a 1-2 onzas por día y elija quesos bajos en grasa o sin grasa. Esto ayudará a reducir aún más la ingesta de sodio y grasas saturadas.

Otras opciones bajas en sodio

Además de los quesos blancos y de nata, existen otros quesos bajos en sodio que las personas con hipertensión pueden considerar:

• Queso cottage: 64 mg de sodio por onza
• Queso ricotta: 75 mg de sodio por onza
• Queso mozzarella parcialmente descremado: 100 mg de sodio por onza
• Queso de cabra fresco: 113 mg de sodio por onza
• Queso feta bajo en sodio: 130 mg de sodio por onza

Conclusión

Para las personas con hipertensión, disfrutar del queso no es imposible. Al optar por quesos frescos como el blanco o de nata, y consumirlos con moderación, pueden seguir deleitándose con este sabroso alimento sin comprometer su salud cardiovascular. Recuerde, el consumo moderado y la elección de opciones bajas en sodio son clave para un disfrute saludable.