¿Por qué en las noches se me inflama el estómago?

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La inflamación nocturna abdominal podría deberse a la deglución excesiva de aire, retención de líquidos —posiblemente indicativa de una patología subyacente— o fermentación intestinal tras consumir alimentos ricos en fibra. Es importante consultar a un médico para descartar cualquier afección seria.

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El misterioso caso del estómago inflado nocturno: ¿Por qué me pasa esto?

La sensación de un estómago hinchado e incómodo al final del día, justo cuando nos preparamos para descansar, puede ser realmente molesta. Esa sensación de plenitud, a veces acompañada de presión e incluso dolor, nos roba la tranquilidad y nos deja preguntándonos: ¿por qué mi estómago se inflama por las noches? Si bien no existe una única respuesta, algunas causas comunes pueden estar detrás de este fenómeno, desde hábitos alimenticios hasta posibles señales de alguna condición subyacente.

Uno de los culpables más frecuentes es la aerofagia, la deglución excesiva de aire. Hablar mientras comemos, masticar chicle, beber con pajita o incluso la ansiedad pueden hacer que traguemos más aire del habitual, acumulándose en el tracto digestivo y provocando esa molesta hinchazón. Este aire, al no poder ser absorbido por el organismo, genera presión y distensión abdominal, especialmente notable al acostarnos, ya que la posición horizontal facilita su acumulación.

Otro factor a considerar es la retención de líquidos. Durante el día, la gravedad ayuda a distribuir los fluidos corporales, pero al estar en posición horizontal por la noche, estos se redistribuyen, pudiendo acumularse en el abdomen y causar hinchazón. Si bien la retención de líquidos leve puede ser normal, una hinchazón persistente y significativa podría indicar un problema subyacente, como insuficiencia cardíaca, problemas renales o hepáticos. Por lo tanto, es crucial consultar a un médico si la hinchazón se acompaña de otros síntomas como dificultad para respirar, hinchazón en las piernas o aumento repentino de peso.

La fermentación intestinal también juega un papel importante. Los alimentos ricos en fibra, aunque beneficiosos para la salud, pueden ser difíciles de digerir para algunas personas. Al llegar al intestino grueso, las bacterias intestinales fermentan la fibra, produciendo gases que contribuyen a la hinchazón. Si bien esto es un proceso natural, una producción excesiva de gases puede resultar en una distensión abdominal notable, especialmente por la noche cuando la actividad digestiva disminuye.

Finalmente, aunque menos comunes, existen otras posibles causas para la inflamación nocturna abdominal, como el síndrome del intestino irritable, intolerancias alimentarias, enfermedad celíaca o incluso ciertos tipos de cáncer. Por ello, si la hinchazón es persistente, se acompaña de otros síntomas como dolor abdominal intenso, cambios en los hábitos intestinales (diarrea, estreñimiento), pérdida de peso inexplicable o sangre en las heces, es fundamental consultar a un médico para un diagnóstico preciso y descartar cualquier afección seria. Automedicarse o ignorar el problema podría retrasar el diagnóstico y el tratamiento adecuado.

En conclusión, la hinchazón nocturna abdominal puede tener diversas causas, desde hábitos alimenticios hasta patologías subyacentes. Prestar atención a nuestros hábitos, llevar una dieta equilibrada y consultar a un profesional médico ante cualquier señal de alarma son claves para identificar la raíz del problema y recuperar el bienestar digestivo, permitiéndonos disfrutar de un sueño reparador y un despertar sin la incómoda sensación de un estómago inflado.