¿Qué no debes comer cuando se té inflama el estómago?

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Para aliviar la inflamación estomacal, elimina de tu dieta alimentos procesados con azúcares añadidos, frutas altas en fructosa, verduras con fructanos y galactanos, lácteos, legumbres, edulcorantes artificiales y ciertos granos o alimentos fermentados, priorizando opciones más suaves para tu digestión.

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El estómago inflamado: ¿Qué alimentos debes evitar?

La inflamación estomacal, esa molesta sensación de hinchazón, pesadez y malestar, puede tener diversas causas. Independientemente de la causa subyacente, la alimentación juega un papel crucial en su alivio y prevención. Si te enfrentas a un episodio de inflamación estomacal, ciertos alimentos pueden empeorar la situación. Es crucial identificarlos y eliminarlos temporalmente de tu dieta para favorecer la recuperación.

A menudo, la inflamación se relaciona con una respuesta inflamatoria del sistema digestivo a ciertos componentes de los alimentos. En lugar de enfocarnos en una lista general de “alimentos prohibidos”, es más útil comprender qué categorías de alimentos tienden a provocar problemas y por qué. De este modo, podrás adaptar la información a tus necesidades y preferencias específicas.

Los principales sospechosos a eliminar (al menos temporalmente) de tu dieta en caso de inflamación estomacal son:

  • Alimentos ultraprocesados con azúcares añadidos: Refrescos, dulces, bollería industrial, snacks empaquetados… estos alimentos, además de su bajo valor nutricional, contienen azúcares que pueden exacerbar la inflamación y contribuir a la disbiosis intestinal (desequilibrio de la flora bacteriana). Los azúcares simples fermentan rápidamente en el intestino, generando gases y agravando la hinchazón.

  • Frutas altas en fructosa: Si bien la fruta es generalmente beneficiosa, algunas frutas, como las manzanas, peras, cerezas y mangos, contienen elevadas cantidades de fructosa. Para un estómago inflamado, es mejor optar por frutas con menor contenido de fructosa como el plátano (con moderación) o el kiwi, consumidas en pequeñas porciones.

  • Verduras con fructanos y galactanos: Estas sustancias, presentes en verduras como el brócoli, la coliflor, el ajo, la cebolla y el trigo, son FODMAPs (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables). Para algunas personas, estas moléculas pueden ser difíciles de digerir, provocando gases, hinchazón y malestar abdominal. Es recomendable reducir o eliminar temporalmente su consumo durante la inflamación.

  • Lácteos: La intolerancia a la lactosa es muy común. Si experimentas inflamación estomacal, considera eliminar temporalmente los productos lácteos, como leche, yogur y queso, para ver si notas mejoría. Existen alternativas como leches vegetales, pero elige aquellas sin azúcares añadidos.

  • Legumbres: Las legumbres, ricas en fibra, son beneficiosas para la salud, pero su alto contenido en fibra fermentable puede provocar inflamación en personas con sensibilidades digestivas. Retrasa su consumo hasta que la inflamación haya disminuido.

  • Edulcorantes artificiales: Aunque se promocionan como opciones “saludables”, los edulcorantes artificiales como el aspartamo, sucralosa y sacarina pueden irritar el tracto digestivo y empeorar la inflamación en algunas personas.

  • Ciertos granos o alimentos fermentados: Algunos granos integrales como el centeno y la cebada, así como algunos alimentos fermentados (como el chucrut o el kimchi en grandes cantidades), pueden ser difíciles de digerir y contribuir a la inflamación. En caso de inflamación, opta por arroz blanco o patatas cocidas, alimentos más fáciles de digerir.

En resumen, ante la inflamación estomacal, una dieta suave y fácil de digerir es fundamental. Prioriza alimentos blandos, como arroz blanco cocido, plátano maduro, zanahorias cocidas, pollo a la plancha o pescado blanco al horno. Recuerda que cada persona es diferente, y lo que causa inflamación en una persona puede no afectar a otra. Si la inflamación persiste o empeora, consulta a un profesional de la salud.