¿Qué pasa si la sal tiene mucho yodo?

Efectos adversos del exceso de yodo en la sal

La yodación de la sal es una medida esencial de salud pública que ha ayudado a prevenir los trastornos por deficiencia de yodo (IDD), como el bocio. Sin embargo, el consumo excesivo de yodo, en particular a través de la sal yodada, puede tener consecuencias imprevistas para la salud tiroidea.

Efecto paradójico sobre la regulación tiroidea

En cantidades adecuadas, el yodo es esencial para la producción de hormonas tiroideas, que regulan diversos procesos fisiológicos. Sin embargo, el exceso de yodo puede tener un efecto inhibitorio sobre la síntesis de hormonas tiroideas.

Esto se produce a través de un mecanismo conocido como “efecto Wolff-Chaikoff”. Cuando se ingieren niveles excesivos de yodo, la glándula tiroides reduce la captación y el uso de yodo, lo que lleva a una disminución de la producción de hormonas tiroideas.

Síntomas similares a la deficiencia de yodo

Irónicamente, el exceso de yodo en la sal puede provocar síntomas similares a la deficiencia de yodo, como el bocio. Esto se debe a que la disminución de la producción de hormonas tiroideas provoca una señalización hormonal alterada, lo que lleva a un agrandamiento compensatorio de la glándula tiroides.

Además del bocio, el exceso de yodo también puede causar otros síntomas de hipotiroidismo, como fatiga, aumento de peso, estreñimiento y sensibilidad al frío.

Ingesta recomendada

Para mantener una salud tiroidea óptima, es importante consumir cantidades adecuadas de yodo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta diaria de 150 microgramos de yodo para adultos.

La sal yodada es una fuente conveniente de yodo, pero el consumo excesivo debe evitarse. Las pautas generalmente recomiendan un consumo de sal yodada de no más de 5 gramos por día.

Conclusión

Si bien la yodación de la sal ha sido un gran éxito de salud pública, el consumo excesivo de yodo a través de la sal yodada puede tener efectos adversos sobre la salud tiroidea. Es esencial mantener una ingesta adecuada de yodo y evitar los niveles excesivos para preservar una función tiroidea saludable.