¿Cómo llamaban los romanos al Mar Muerto?

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Los romanos denominaban al Mar Muerto como Asfaltite. Aunque aparentemente contradictorio, su gran profundidad (más de 400 metros bajo el nivel del mar) impide el ahogamiento.
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El Mar Asfaltite: El Enigmático Lago Romano

El Mar Muerto, un lago hipersalino situado entre Israel, Jordania y Cisjordania, ha cautivado la imaginación de innumerables personas a lo largo de la historia. Pero, ¿cómo conocían los antiguos romanos esta masa de agua única?

El Nombre Romano: Asfaltite

Los romanos se referían al Mar Muerto como Asfaltite, que significa “lugar de asfalto”. Este nombre derivaba de la abundancia de betún, una sustancia similar al alquitrán, que se encuentra en las orillas del lago. El betún se usaba en la antigüedad para impermeabilizar barcos, construir carreteras y como combustible.

Una Profundidad Engañosa

A pesar de su desalentadora salinidad, el Mar Muerto es notablemente profundo. Con una profundidad máxima de más de 400 metros bajo el nivel del mar, es el lago más profundo de la Tierra. Esta profundidad extrema crea una gran presión hidrostática que evita que las personas se ahoguen.

El agua hipersalina del Mar Muerto es tan densa que los nadadores flotan fácilmente en su superficie. Esta flotabilidad excepcional convirtió al lago en un destino popular para los baños romanos. Creían que las aguas ricas en minerales del Mar Muerto tenían propiedades medicinales y terapéuticas.

Un Ecosistema Único

Debido a su alta salinidad, el Mar Muerto es inhóspito para la mayoría de las formas de vida. Sin embargo, alberga un ecosistema único de bacterias y algas halófilas, que se han adaptado a las condiciones extremas del lago.

La alta concentración de sal del Mar Muerto también ha creado notables formaciones geológicas, como los pilares de sal conocidos como “esposas de Lot”. Estas formaciones son un testimonio del poder erosivo y transformador del agua salada.

El Enigma Permanece

El Mar Asfaltite de los romanos sigue siendo un enigma en la actualidad. Sus profundidades ocultan misterios no resueltos, y sus aguas hipersalinas continúan atrayendo la curiosidad de científicos, historiadores y curiosos por igual. El nombre romano del lago, Asfaltite, nos recuerda el fascinante legado de este cuerpo de agua extraordinario.