¿Cuál es el nombre griego de Luna?

La Luna, ese astro silencioso y cambiante que ha cautivado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, posee un nombre que resuena con la magia de la mitología griega: Selene. No se trata simplemente de una denominación, sino de la personificación misma del satélite terrestre en el panteón helénico. Selene no era solo un nombre para la Luna, era la diosa lunar en toda su plenitud, encarnada en una figura femenina de etérea belleza, cuya presencia iluminaba las noches del mundo antiguo.

Mientras que hoy en día utilizamos “Luna” –derivado del latín “Luna”, que a su vez podría tener raíces indoeuropeas aún más antiguas–, los griegos veían en el disco plateado del cielo nocturno a la diosa Selene, hija de los titanes Hiperión (dios de la luz) y Tea (diosa de la vista). Esta genealogía cósmica le otorgaba una posición privilegiada en el orden divino, vinculándola directamente con las fuerzas primordiales de la creación.

Selene, con su carro de plata tirado por caballos alados o bueyes, recorría el firmamento cada noche, derramando su luz plateada sobre la Tierra dormida. Su imagen, a menudo representada con una diadema lunar y un velo etéreo, se asociaba con la magia, los sueños y los misterios de la noche. Más allá de su belleza, Selene encarnaba el ciclo lunar, el eterno fluir del tiempo y la transformación constante, representando la fuerza femenina y la fertilidad inherente a la naturaleza.

No debemos confundir a Selene con Artemisa, diosa de la caza y la vida salvaje, a quien a veces se le atribuyen también conexiones lunares. Si bien existe cierta superposición en sus dominios, especialmente en la literatura posterior, Selene se mantiene como la genuina personificación de la Luna en la mitología griega, la diosa que encarna la esencia misma del astro nocturno. Su nombre, un susurro de la antigua Grecia, nos recuerda la profunda conexión entre la humanidad y el cosmos, y la fascinación perenne por la belleza lunar. Es un nombre que evoca la poesía, el mito y la magia que aún hoy envuelven a nuestro satélite celestial.