¿Dónde se hizo la película La Cueva?

Tras las entrañas de la Tierra: Descubriendo la localización de “La Cueva”

“La Cueva”, un thriller claustrofóbico que nos sumerge en la desesperación y la lucha por la supervivencia, ha generado curiosidad no solo por su intensa trama, sino también por sus inquietantes escenarios. La pregunta que muchos se hacen es: ¿dónde se llevó a cabo la filmación de esta angustiante película?

La respuesta, como las profundidades de una cueva inexplorada, es multifacética. La base principal de operaciones para “La Cueva” se estableció en los estudios Media Pro de Rumanía. Aquí, el equipo de producción construyó meticulosamente un elaborado sistema de cuevas artificiales. Se prestó especial atención al detalle, recreando no solo la textura y la atmósfera de un entorno subterráneo, sino también incorporando entornos acuáticos. Esta decisión estratégica permitió un control total sobre las condiciones de filmación, garantizando la seguridad del elenco y el equipo, y facilitando la creación de efectos especiales complejos que intensifican la sensación de claustrofobia y peligro.

Sin embargo, la experiencia inmersiva que ofrece “La Cueva” no se limitó a la ambientación creada en Rumanía. Para añadir autenticidad y realismo a la película, el equipo de producción se trasladó a un lugar con escenarios naturales de singular belleza: Hidden Worlds, Cenote Park, en Yucatán, México.

Las cuevas de Hidden Worlds, situadas dentro del Cenote Park, son verdaderas maravillas geológicas. Los cenotes, característicos de la península de Yucatán, son pozos de agua dulce alimentados por ríos subterráneos. Estas formaciones naturales, con sus aguas cristalinas y formaciones rocosas impresionantes, aportaron un nivel de autenticidad inigualable a las escenas filmadas en México.

En resumen, “La Cueva” nació de una combinación ingeniosa entre la maestría de la construcción de escenarios en estudio en Rumanía y la imponente belleza natural de las cuevas en Hidden Worlds, Yucatán. Esta dualidad de localizaciones permitió a los creadores de la película sumergir al espectador en una experiencia visualmente impactante y emocionalmente visceral, reflejando a la perfección la atmósfera opresiva y la desesperación de la historia que narra.