¿Por qué tenemos 7 notas musicales?

El Enigmático Septeto: ¿Por qué Siete Notas Musicales?

La música, ese lenguaje universal que nos conmueve y emociona, se fundamenta en un sistema aparentemente simple: siete notas musicales. Pero ¿por qué siete? ¿Es una convención arbitraria o se esconde una profunda razón matemática detrás de esta cifra mágica? La respuesta nos lleva a la Grecia antigua y a la fascinante mente de Pitágoras.

No se trata de una decisión estética caprichosa, ni de un decreto musical impuesto por alguna autoridad. La percepción de siete notas como base de nuestra escala musical se sustenta en una sólida base matemática, la llamada matemática musical pitagórica. Pitágoras y sus discípulos, en su búsqueda de la armonía universal, no solo exploraron las relaciones numéricas en la música, sino que las consideraron el reflejo de un orden cósmico subyacente.

Su descubrimiento crucial radicó en identificar siete intervalos armónicos, expresados como razones matemáticas simples entre las frecuencias de las notas. Estos intervalos, al ser reproducidos secuencialmente, producen una sensación de consonancia y completitud que nos resulta intrínsecamente agradable. No es casualidad: estas razones simples – como 2:1 (la octava), 3:2 (la quinta justa), y 4:3 (la cuarta justa) – generan ondas sonoras cuyas frecuencias se relacionan de forma que el cerebro humano percibe como “armónicas” y “resueltas”.

Imaginemos una cuerda vibrante. Al dividirla en diferentes proporciones, obtenemos diferentes tonos. Las divisiones que correspondían a las razones matemáticas descubiertas por Pitágoras generaban sonidos que, al combinarse, producían una sensación de cierre y satisfacción auditiva, muy diferente a la disonancia que surge de otras combinaciones. Este fenómeno no es una simple cuestión de gusto; responde a las características físicas de las ondas sonoras y a la forma en que nuestro cerebro las procesa.

Es importante destacar que la escala diatónica de siete notas que conocemos hoy en día es una evolución de este descubrimiento pitagórico. A lo largo de la historia, diferentes culturas y sistemas musicales han modificado y refinado estas relaciones, dando lugar a variaciones y temperamentos distintos. Sin embargo, la esencia permanece: la base de nuestra música occidental se asienta en la elegante y poderosa matemática que descubrió Pitágoras, una matemática que nos revela la intrínseca armonía numérica del universo, audible a través de las siete notas que conforman la melodía de nuestra existencia.

En conclusión, el número siete en la música no es arbitrario; es el resultado de una exploración matemática profunda que reveló una relación fundamental entre las frecuencias de las notas y nuestra percepción de la armonía. La música, lejos de ser solo un arte, es un testimonio tangible de la belleza inherente a la armonía matemática que gobierna nuestro mundo.