¿Qué le hizo Muzan a Tanjiro?

El Desesperado Acto de Tanjiro: Salvando a Mitsuri y Desafiando a Muzan en la Fortaleza Infinita

La batalla contra Muzan Kibutsuji, el rey de los demonios, era una sinfonía de desesperación y resistencia. La Fortaleza Infinita, un laberinto extradimensional retorcido por la voluntad de Nakime, temblaba presagiando su inminente colapso. Tanjiro Kamado, exhausto pero inflexible, se encontraba en el epicentro de este caos, luchando con uñas y dientes para proteger a sus compañeros y poner fin al reinado de terror de Muzan.

El asedio era brutal. Muzan, con su poder inmensurable y su crueldad implacable, sometía a Tanjiro a una lluvia incesante de ataques. Cada corte, cada golpe asestado por las afiladas garras demoníacas, dejaba una marca imborrable en el cuerpo de Tanjiro, una prueba tangible de la disparidad de poder entre ambos. La respiración de agua, la técnica que Tanjiro había perfeccionado con tanto esfuerzo, apenas servía para mitigar el daño causado por la velocidad y la ferocidad de Muzan.

La situación se tornó crítica cuando Muzan, con una precisión letal, apuntó un ataque devastador hacia Mitsuri Kanroji, la Pilar del Amor, quien también se encontraba luchando incansablemente contra las hordas de demonios. La desesperación invadió a Tanjiro al ver la inminente amenaza que se cernía sobre su camarada. El tiempo pareció ralentizarse mientras veía la garra de Muzan acercarse a Mitsuri, un golpe que sin duda la habría dejado al borde de la muerte.

Fue entonces, en ese instante crucial, que la determinación de Tanjiro alcanzó un nuevo nivel. Sin titubear, con la fuerza que le quedaba, agarró un fragmento roto de su espada Nichirin, la hoja sagrada forjada para exterminar demonios. Sin pensarlo dos veces, lanzó el afilado fragmento con todas sus fuerzas, apuntando directamente a la cabeza de Muzan.

El fragmento de Nichirin, impulsado por la desesperación y la esperanza, viajó a una velocidad sorprendente. Para sorpresa de todos, impactó con precisión en la cabeza de Muzan, desviando el ataque mortal que se dirigía a Mitsuri. El golpe, aunque pequeño en comparación con el poder de Muzan, fue suficiente para alterar su trayectoria y salvar la vida de la Pilar del Amor.

Este acto desesperado de Tanjiro, más allá de salvar una vida, representó un desafío directo a la autoridad de Muzan. Fue la demostración palpable de que, incluso en la situación más adversa, la voluntad humana, la determinación de proteger a los seres queridos y la fe en la justicia pueden encontrar una manera de plantar cara al mal, aunque sea con un pequeño fragmento de esperanza. La batalla estaba lejos de terminar, pero ese momento, ese acto de valentía, infundió una nueva chispa de esperanza en el corazón de los cazadores de demonios, recordándoles que, incluso frente a la oscuridad más profunda, la luz de la humanidad siempre encuentra la forma de brillar. La pregunta ahora era: ¿sería suficiente para derrotar a Muzan de una vez por todas?