¿Qué significa el 7 en la música?
El número 7 en la notación musical indica la presencia de una séptima menor en el acorde. Así, un G7 contiene las notas G, B, D y F, siendo F la séptima menor, mientras que B y D, la tercera mayor y quinta justa respectivamente, se sobreentienden.
El misterio del 7 en la música: Más allá de la séptima menor
El número 7 en la notación musical, ese pequeño superíndice que acompaña a las letras de los acordes, despierta la curiosidad de muchos. Si bien es cierto que popularmente se asocia a la séptima menor, su significado es mucho más amplio y complejo, abriendo un universo de posibilidades armónicas y expresivas.
Comencemos por lo básico: un G7, como se menciona a menudo, sí contiene las notas G, B, D y F. Esa F, séptima menor respecto a la tónica G, le otorga al acorde una tensión característica, una especie de “picor” auditivo que pide resolución. Esta séptima menor es la más común, por lo que a menudo se simplifica la explicación reduciendo el 7 a su significado más frecuente.
Sin embargo, el 7 por sí solo no especifica el tipo de séptima. Para ser precisos, G7 debería escribirse G7dom o Gdom7 para indicar específicamente una séptima dominante (con séptima menor). Existen otras séptimas que enriquecen el lenguaje musical:
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Gmaj7 (GΔ7): Aquí el 7 indica una séptima mayor. El acorde resultante (G, B, D, F#) tiene un carácter más brillante y resuelto, a diferencia de la tensión de la séptima dominante.
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Gm7 (G-7): En este caso, el acorde menor (G, Bb, D) se enriquece con una séptima menor (F), creando una atmósfera más melancólica y compleja.
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GmM7 (GmΔ7 o GmMaj7): Esta combinación, un acorde menor con séptima mayor (G, Bb, D, F#), produce una sonoridad sofisticada y a veces incluso etérea.
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G7sus4: Si bien no contiene un 7 en su nombre, la presencia del 7 en otros acordes “sus” (suspendidos), como G7sus4, indica que la séptima (en este caso, generalmente la menor) se añade a la estructura del acorde sustituyendo la tercera por la cuarta.
Más allá de estos ejemplos, el 7 puede combinarse con otras alteraciones, como bemoles, sostenidos y “add”, abriendo un abanico aún mayor de posibilidades. Por ejemplo, un G7(#9) añade una novena aumentada a la séptima dominante, creando una tensión aún mayor.
En resumen, el 7 en la música es una puerta de entrada a un mundo de color armónico. Si bien la séptima menor es su interpretación más común, no debemos limitarnos a ella. Aprender a reconocer y utilizar las diferentes séptimas nos permitirá comprender y apreciar la riqueza y complejidad del lenguaje musical en toda su magnitud. Así que la próxima vez que veas un 7 junto a un acorde, recuerda que hay mucho más detrás de ese pequeño número de lo que parece a simple vista.
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