¿Cómo se formó el sistema solar según la NASA?

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La NASA propone que el sistema solar surgió de una nube de gas, posiblemente impulsada por la proximidad de un objeto masivo. Esta teoría explicaría la formación de los planetas a partir del material expulsado.
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El Nacimiento de Nuestro Sistema Solar: La Perspectiva de la NASA

La inmensidad del espacio alberga incontables misterios, pero uno de los más fascinantes es la historia de nuestro propio hogar cósmico: el sistema solar. La NASA, a través de décadas de investigación y observación, ha propuesto una teoría ampliamente aceptada sobre su formación, una teoría que va más allá de la simple aglomeración de polvo y gas. No se trata de una historia lineal, sino de un proceso dinámico y violento moldeado por fuerzas gravitacionales y eventos catastróficos.

La hipótesis principal, respaldada por la agencia espacial estadounidense, se centra en el colapso gravitatorio de una gigantesca nube molecular, a menudo llamada “nebulosa solar”. Esta nebulosa, compuesta principalmente de hidrógeno y helio, con trazas de elementos más pesados forjados en el corazón de estrellas anteriores, poseía una densidad relativamente baja y una temperatura fría. Sin embargo, un evento crucial, aún sujeto a debate científico, desencadenó su colapso.

La NASA sugiere que la proximidad de una supernova, o incluso la interacción gravitatoria con otro cuerpo celeste masivo, pudo haber perturbado el equilibrio de esta nebulosa. Esta perturbación, un shock cósmico, generó ondas de densidad que comprimieron la nube, iniciando el proceso de colapso gravitacional. A medida que la nube se contraía, comenzó a girar más rápidamente, formando un disco protoplanetario achatado con un núcleo denso en su centro.

Este núcleo central, acumulando la mayor parte de la masa de la nebulosa, se convirtió en el proto-Sol. En el disco circundante, la acreción gradual de polvo y gas, mediante colisiones y agregación, dio lugar a la formación de planetesimales – cuerpos rocosos de pocos kilómetros de diámetro. Estos planetesimales, a su vez, colisionaron y se fusionaron, creciendo en tamaño hasta formar los planetas.

La proximidad al Sol determinó la composición de los planetas. En la región interior, más cercana al calor y la radiación solar, los materiales volátiles se evaporaron, dejando atrás rocas y metales, resultando en los planetas rocosos como la Tierra, Marte, Venus y Mercurio. Más lejos, en la región exterior más fría, los hielos pudieron condensarse y formar los gigantes gaseosos: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

La teoría de la NASA no es estática. Nuevas observaciones, análisis de datos de sondas espaciales y simulaciones computacionales complejas continúan refinando este modelo. Aun quedan preguntas abiertas, como la precisión de la cronología de los eventos, el papel exacto de la turbulencia en el disco protoplanetario y la explicación completa de la formación de los cinturones de asteroides y cometas. Sin embargo, la hipótesis de la nebulosa solar perturbada por un evento cósmico sigue siendo la base fundamental de nuestra comprensión de cómo surgió nuestro fascinante sistema solar, un proceso cósmico que continúa fascinando e inspirando a científicos e investigadores de todo el mundo.