¿Cuáles son los 3 principios básiCOs de la comunicación?

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La comunicación efectiva requiere emisor, mensaje y canal. El emisor transmite un mensaje a través de un canal, como internet o teléfono. El mensaje es la información que se desea compartir.

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Más Allá del Emisor, el Mensaje y el Canal: Tres Principios Fundamentales para una Comunicación Exitosa

La comunicación, un proceso aparentemente sencillo, se convierte en un arte complejo cuando buscamos su efectividad. Si bien se suele simplificar con la tríada emisor-mensaje-canal, esta visión, aunque necesaria, es insuficiente para comprender la riqueza y la fragilidad inherentes a la interacción comunicativa. Ir más allá de esta descripción básica nos revela tres principios fundamentales que, en su interdependencia, determinan el éxito o el fracaso de cualquier acto comunicativo: claridad, congruencia y empatía.

1. Claridad: La Precisión en la Transmisión: Más allá de la simple transmisión de un mensaje, la claridad se centra en la precisión y la concisión. Un mensaje claro se caracteriza por:

  • Precisión léxica: El uso adecuado del vocabulario, evitando ambigüedades y jerga innecesaria. Adaptar el lenguaje al receptor es crucial; una conversación técnica con un público no especializado resultará ineficaz.
  • Estructura organizada: La información debe presentarse de forma lógica y secuencial, facilitando la comprensión. Un mensaje desordenado o con información dispersa dificulta su recepción y asimilación.
  • Concisión efectiva: Evitar la redundancia y la información superflua. Un mensaje directo y al grano es más eficiente que uno largo y divagante. La claridad implica eliminar el ruido comunicativo.

2. Congruencia: La Armonía entre el Dicho y el Hecho: La congruencia se refiere a la coherencia entre lo que se dice (mensaje verbal), lo que se hace (lenguaje no verbal) y el contexto en el que se realiza la comunicación. Una discrepancia entre estos elementos genera confusión y desconfianza.

  • Coherencia verbal-no verbal: La expresión corporal, el tono de voz y el lenguaje gestual deben reflejar el contenido del mensaje. Una sonrisa forzada mientras se transmite una mala noticia, por ejemplo, genera una incongruencia que mina la credibilidad.
  • Autenticidad del mensaje: La congruencia se basa en la honestidad y la autenticidad. Un mensaje incongruente con las creencias o valores del emisor se percibe como falso y manipulador.
  • Contexto apropiado: El mensaje debe ser adecuado al contexto. Un chiste inapropiado en un funeral, por ejemplo, demuestra falta de congruencia y sensibilidad.

3. Empatía: La Conexión con el Receptor: La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del receptor, comprender su perspectiva y adaptarnos a ella. No se trata solo de transmitir información, sino de conectar con el otro a nivel emocional.

  • Escucha activa: Prestar atención no solo a lo que se dice, sino también a cómo se dice, observando el lenguaje no verbal y las emociones del receptor.
  • Adaptación al receptor: Ajustar el estilo comunicativo al público objetivo, teniendo en cuenta sus conocimientos previos, su cultura y sus necesidades.
  • Retroalimentación efectiva: Pedir confirmación para asegurar la comprensión y ajustar el mensaje en caso necesario. La comunicación es un proceso bidireccional; la retroalimentación es crucial para su éxito.

En conclusión, aunque el esquema emisor-mensaje-canal es un punto de partida indispensable, la claridad, la congruencia y la empatía se presentan como los tres pilares fundamentales que elevan la comunicación a un nivel de verdadera efectividad. Son principios interdependientes que, cultivados conscientemente, permiten construir relaciones sólidas, transmitir mensajes con precisión y lograr una comunicación verdaderamente exitosa.