¿Cuándo se le pone acento a la palabra como?

La Tilde de “Cómo”: Un Caso de Doble Personalidad Ortográfica

La palabra “cómo” presenta una peculiaridad ortográfica que a menudo genera dudas: ¿cuándo lleva tilde y cuándo no? La respuesta, como en muchos casos de la gramática española, reside en su función dentro de la oración. No se trata simplemente de una regla memorística, sino de comprender el rol semántico que desempeña.

La tilde en “cómo” es diacrítica, es decir, se utiliza para distinguirla de su homógrafa sin tilde. Esta distinción radica en la función gramatical: “cómo” con tilde solo se utiliza cuando funciona como adverbio interrogativo o exclamativo. En este contexto, pregunta o exclama sobre la manera, el modo o la forma en que sucede algo.

Observemos algunos ejemplos:

• Interrogativo: “¿Cómo llegaste tan tarde?” (Aquí “cómo” pregunta por la manera de llegar).
• Exclamativo: “¡Cómo llueve!” (Aquí “cómo” exclama sobre la intensidad de la lluvia).
• Interrogativo indirecto: Me pregunto cómo lo hizo. (Aunque no hay interrogación directa, la oración mantiene la función interrogativa).

En cambio, cuando “cómo” actúa como conjunción o preposición, se escribe sin tilde. En estos casos, introduce una oración subordinada adverbial de modo o una comparación. Aquí la función no es la de preguntar o exclamar, sino la de conectar ideas.

Veamos ejemplos de “cómo” sin tilde:

• Conjunción: No sé como resolver este problema. (Introduce una oración subordinada adverbial de modo que explica la forma en que se intenta resolver el problema)
• Preposición (combinado con un pronombre): Hazlo como quieras. (Aquí “como” equivale a “de la manera que” y conecta la oración principal con la subordinada)
• Preposición (con sustantivo): No entiendo la forma como actúa. (Aquí “como” introduce la oración subordinada).

Es crucial analizar la función de “cómo” dentro de la oración para determinar si necesita tilde. Si la palabra funciona como adverbio interrogativo o exclamativo, preguntando o exclamando sobre el modo, se acentúa. Si funciona como conjunción o preposición, conectando oraciones o estableciendo comparaciones, se escribe sin tilde. La clave está en identificar el rol semántico y la función gramatical que cumple la palabra dentro de su contexto. Un análisis contextual minucioso es la garantía para una ortografía correcta.