¿Cuántos grados tonales hay?

¿Cuántos grados tonales hay? Descifrando la base de la armonía musical

La armonía musical, esa compleja red de relaciones entre notas que dota a la música de su profundidad y belleza, se basa en un sistema de grados tonales. Estos grados no son otra cosa que las notas que conforman una escala, pero no se limitan a su simple posición. Cada grado tiene un rol específico en la tonalidad, influenciando la armonía y el sentimiento que evoca una melodía.

Los grados tonales fundamentales son tres:

• I (Tónica): La nota que define la tonalidad. Es el punto de referencia desde el cual se construye toda la armonía.
• IV (Subdominante): Se encuentra a un intervalo de cuarta perfecta por encima de la tónica. Crea un sentimiento de estabilidad y movimiento hacia la tónica.
• V (Dominante): Se encuentra a un intervalo de quinta perfecta por encima de la tónica. Genera una fuerte tensión hacia la tónica, creando un impulso hacia la resolución.

Observamos estos grados tonales en escalas mayores y menores naturales. Por ejemplo, en la escala de Do mayor, la tónica es Do, la subdominante es Fa y la dominante es Sol. Lo mismo ocurre en la escala de Do menor natural, donde Do es la tónica, Fa es la subdominante y Sol es la dominante.

¿Por qué estos tres grados son tan importantes?

Estos tres grados tonales, I, IV y V, son los que establecen la tonalidad, la base sobre la que se construyen las melodías y los acordes. Al mantener sus intervalos respecto a la tónica, no se modifica la tonalidad, creando una sensación de unidad y coherencia dentro de la composición musical.

Más allá de los tres fundamentales

Si bien estos tres grados son los más importantes, existen otros grados tonales, como el II, III, VI y VII, que también juegan un papel crucial en la armonía. Sin embargo, estos grados se suelen modificar con alteraciones, creando nuevas tonalidades y emociones.

En resumen: Los grados tonales son la base de la armonía musical. Los tres grados tonales fundamentales, I, IV y V, establecen la tonalidad sin alterarla, permitiendo que la música fluya de forma natural y armónica. Conocerlos es crucial para entender la construcción de una melodía y la riqueza de la armonía.