¿Por qué el Sol se oculta en el mar?

La puesta de sol sobre el mar: una ilusión óptica cautivadora

Cuando el sol comienza su descenso al final del día, tíñendolo todo de tonos dorados, se produce un espectáculo celestial: la puesta de sol sobre el mar. Parece que el sol se hunde lentamente en las aguas, creando un lienzo de luz y color que inspira asombro y reflexión.

Sin embargo, la puesta de sol sobre el mar es más que un fenómeno visual deslumbrante; es una ilusión óptica creada por la rotación terrestre. El sol, en realidad, nunca se pone en el mar, sino que desaparece detrás del horizonte debido a la curvatura de la Tierra.

A medida que la Tierra gira sobre su eje, la parte del planeta que mira hacia el sol experimenta el día, mientras que la parte opuesta experimenta la noche. Cuando el sol se acerca al horizonte occidental, su luz atraviesa una capa más gruesa de la atmósfera. Esta capa más gruesa refracta, o dobla, la luz del sol, haciéndola aparecer más cerca del horizonte de lo que realmente está.

Además de la refracción, la dispersión de la luz también juega un papel en la apariencia de la puesta de sol sobre el mar. La luz solar contiene todos los colores del espectro visible. Cuando la luz pasa a través de la atmósfera, las diferentes longitudes de onda (colores) se dispersan en diferentes direcciones. Los colores más cortos, como el azul y el violeta, se dispersan más que los colores más largos, como el rojo y el naranja. Esta dispersión es la razón por la que el cielo aparece azul durante el día y por la que vemos tonos vibrantes de rojo, naranja y amarillo en la puesta de sol.

Cuando el sol se acerca al horizonte, su luz debe viajar a través de una trayectoria más larga y más gruesa de la atmósfera. Esto da como resultado una mayor refracción y dispersión, haciendo que el sol parezca más grande y distorsionado. El disco del sol también se aplana mientras se acerca al horizonte, creando la famosa forma de “puesta de sol sobre el mar”.

La próxima vez que presencies una puesta de sol sobre el mar, recuerda que no es solo un hermoso espectáculo visual, sino también un testimonio de los fascinantes juegos de luz y la curvatura de nuestro planeta. Es una ilusión óptica que nos cautiva con su belleza y nos conecta con la inmensidad del universo.