¿Por qué no debo dormir del lado derecho?

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Dormir del lado derecho puede dificultar la digestión. La relajación del esfínter esofágico inferior facilita el reflujo ácido, lo que irrita el esófago.
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Dormir del lado derecho: ¿Una postura perjudicial para tu salud digestiva?

Dormir es esencial para nuestra salud y bienestar, pero la postura que adoptamos durante el descanso puede tener consecuencias inesperadas, especialmente en nuestro sistema digestivo. Mientras que muchas personas no le prestan atención a la posición en la que duermen, cada vez más evidencia sugiere que dormir del lado derecho podría ser perjudicial para la digestión. A diferencia de las afirmaciones generalizadas y a menudo poco fundamentadas que circulan en internet, este artículo profundiza en una de las razones específicas por las que es preferible evitar esta posición: la exacerbación del reflujo ácido.

El reflujo gastroesofágico (RGE) ocurre cuando el contenido del estómago, incluyendo ácido gástrico, regresa al esófago. Este proceso, generalmente incómodo y a veces doloroso, se manifiesta como acidez estomacal o ardor de estómago. Si bien existen múltiples factores que contribuyen al RGE, la postura al dormir juega un rol significativo.

Dormir del lado derecho, concretamente, puede exacerbar el reflujo debido a la anatomía del tracto digestivo y a la función de un músculo crucial: el esfínter esofágico inferior (EEI). Este músculo actúa como una válvula, cerrándose para evitar que el contenido estomacal regrese al esófago. Mientras dormimos, la relajación natural del EEI se incrementa. Al dormir de lado derecho, la gravedad contribuye a que el ácido gástrico tenga un camino más fácil hacia el esófago, ya que este se encuentra en una posición más alta que el estómago en esta postura. Esto significa que el ácido tiene menos resistencia para refluir, irritando la mucosa esofágica y provocando los síntomas característicos del RGE.

En contraste, dormir del lado izquierdo o boca arriba puede favorecer una mejor digestión y reducir el reflujo. En la posición de lado izquierdo, el estómago se encuentra en una posición más baja que el esófago, dificultando el reflujo ácido. Dormir boca arriba también ayuda, aunque la eficacia varía según la persona y la severidad de su RGE.

Es importante aclarar que dormir del lado derecho no es la única causa de reflujo ácido. Otros factores como la dieta, el estrés, el sobrepeso y ciertas medicaciones también juegan un papel importante. Sin embargo, modificar la postura al dormir puede ser una estrategia sencilla y efectiva para mitigar los síntomas en individuos que experimentan RGE. Si sufres de reflujo ácido frecuente, consulta a un médico o gastroenterólogo para un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado. La modificación de la postura para dormir puede ser parte de un plan más amplio para controlar tus síntomas, pero no debe considerarse como una solución única.