¿Qué validez legal tiene un precontrato?

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El precontrato laboral cuenta con validez legal según los artículos 3, 4, 1.101 y 1.255 del Código Civil. Tras su firma, genera un compromiso que, en caso de incumplimiento, conlleva sanciones por daños y perjuicios.

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El Precontrato Laboral: Validez Legal y Consecuencias del Incumplimiento en España

En el intrincado mundo del derecho laboral, el precontrato se erige como una figura jurídica de vital importancia, a menudo eclipsada por la inmediatez del contrato laboral en sí. Pero, ¿qué validez real tiene un precontrato laboral en España? ¿Hasta qué punto obliga a las partes firmantes y cuáles son las consecuencias de incumplir sus términos? Desentrañaremos estas cuestiones, basándonos en la legislación vigente, para ofrecer una visión clara y concisa sobre este acuerdo preliminar.

A diferencia de lo que algunos podrían pensar, el precontrato laboral, también conocido como promesa de contrato de trabajo, sí cuenta con validez legal en España. Esta validez se sustenta fundamentalmente en la fuerza vinculante que el Código Civil otorga a los acuerdos entre partes. En concreto, la validez del precontrato laboral encuentra su fundamento en diversos artículos del Código Civil, principalmente:

  • Artículo 3: Este artículo establece la importancia de la interpretación de las normas jurídicas atendiendo a su espíritu y finalidad. En el caso del precontrato, su finalidad es establecer un compromiso serio y vinculante entre las partes de cara a la futura formalización de un contrato laboral.

  • Artículo 4: Este artículo habla sobre las fuentes del derecho.

  • Artículo 1.101: Este artículo es fundamental, ya que establece que “quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren al tenor de aquéllas.” En otras palabras, si una de las partes incumple las obligaciones asumidas en el precontrato, deberá responder por los daños y perjuicios causados a la otra parte.

  • Artículo 1.255: Este artículo consagra el principio de autonomía de la voluntad de las partes, permitiendo que éstas establezcan los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios a la ley, a la moral ni al orden público. Esto significa que las partes tienen libertad para configurar el contenido del precontrato, estableciendo las condiciones esenciales del futuro contrato laboral.

El Precontrato: Un Compromiso con Sanciones por Incumplimiento

La firma de un precontrato laboral, por tanto, genera un compromiso firme y vinculante para ambas partes. Este compromiso implica la obligación de llevar a cabo las acciones necesarias para la formalización del contrato laboral definitivo, en los términos y condiciones acordados en el precontrato.

Sin embargo, la pregunta clave es: ¿qué sucede si una de las partes incumple este compromiso y se niega a firmar el contrato laboral definitivo? La respuesta es clara: el incumplimiento del precontrato laboral conlleva sanciones por daños y perjuicios. La parte perjudicada por el incumplimiento (ya sea el empleador o el empleado) tiene derecho a reclamar una indemnización por los daños y perjuicios sufridos como consecuencia del incumplimiento.

¿Qué tipo de daños y perjuicios pueden ser reclamados?

La cuantía de la indemnización por daños y perjuicios dependerá de las circunstancias concretas de cada caso, y deberá ser probada por la parte que la reclama. Algunos ejemplos de daños y perjuicios que podrían ser reclamados incluyen:

  • Daño emergente: Se refiere a las pérdidas reales y efectivas sufridas por la parte perjudicada. Por ejemplo, los gastos incurridos por el empleado en su traslado a otra ciudad para incorporarse al trabajo prometido, o los gastos incurridos por el empleador en la búsqueda de un nuevo candidato para el puesto.

  • Lucro cesante: Se refiere a las ganancias dejadas de obtener por la parte perjudicada como consecuencia del incumplimiento. Por ejemplo, el salario que el empleado hubiera percibido si el contrato laboral se hubiera formalizado, o los beneficios que el empleador hubiera obtenido con la actividad del empleado.

En resumen:

El precontrato laboral es una herramienta valiosa que, bien utilizada, puede aportar seguridad jurídica a las relaciones laborales futuras. Sin embargo, es crucial comprender su validez legal y las consecuencias del incumplimiento. Antes de firmar un precontrato, es recomendable buscar asesoramiento legal para asegurarse de que sus derechos están protegidos y que las condiciones establecidas son claras y beneficiosas para ambas partes. El desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, y en el caso del precontrato laboral, este desconocimiento puede acarrear consecuencias económicas importantes.