¿Cómo solucionar problemas de FPS?

Guía para solucionar problemas de FPS y mejorar el rendimiento en juegos

Los bajos fotogramas por segundo (FPS) pueden arruinar la experiencia de juego, provocando tartamudeos, retrasos y frustración. Para abordar eficazmente este problema, es crucial identificar y resolver la causa subyacente. Esta guía completa te proporcionará una serie de pasos de solución de problemas para optimizar el rendimiento de los juegos y disfrutar de una experiencia fluida.

1. Cerrar aplicaciones innecesarias

Las aplicaciones en segundo plano, como descargas de archivos, reproductores multimedia o navegadores web, pueden consumir recursos del sistema y reducir los FPS. Cierra todas las aplicaciones innecesarias antes de iniciar un juego para liberar RAM y potencia de procesamiento.

2. Actualizar el juego y los controladores gráficos

Los desarrolladores de juegos y los fabricantes de tarjetas gráficas lanzan regularmente actualizaciones que corrigen errores y mejoran el rendimiento. Asegúrate de que tu juego y los controladores gráficos estén actualizados a las últimas versiones para aprovechar las mejoras de optimización.

3. Revisar ajustes del juego y mods de la comunidad

Algunas configuraciones del juego, como la calidad de las texturas o los efectos de iluminación, pueden afectar significativamente a los FPS. Experimenta con ajustes más bajos para ver si mejora el rendimiento. Además, los mods de la comunidad, aunque pueden añadir nuevas características, pueden ralentizar tu juego. Intenta deshabilitar los mods y ver si eso hace alguna diferencia.

4. Reparar la instalación

En algunos casos, los archivos del juego dañados o corruptos pueden causar problemas de FPS. Utiliza la función de “reparación” o “verificación de archivos” en el lanzador del juego para escanear y reparar cualquier archivo dañado.

5. Optimizar la configuración de Windows

Windows puede priorizar otras tareas sobre los juegos, lo que resulta en un rendimiento deficiente. Entra en el “Administrador de tareas”, haz clic con el botón derecho en el proceso del juego y selecciona “Establecer prioridad” en “Alta”. Además, desactiva la “Superposición de Xbox Game Bar” en la configuración de Xbox para eliminar posibles interferencias.

6. Comprobaciones de hardware

Asegúrate de que tu hardware cumple con los requisitos mínimos del juego. Comprueba la temperatura de tu CPU y GPU utilizando un software de monitorización como HWMonitor para descartar el sobrecalentamiento, que puede provocar caídas de FPS. También puedes ejecutar una prueba de estrés de GPU utilizando software como FurMark para verificar la estabilidad de tu tarjeta gráfica.

7. Ajustar la configuración de alimentación

En los portátiles, la configuración de energía puede limitar el rendimiento para ahorrar batería. Conecta el portátil a una fuente de alimentación y configura el plan de energía en “Alto rendimiento” para maximizar el rendimiento.

8. Actualizar BIOS

El BIOS proporciona instrucciones de bajo nivel para el hardware de tu sistema. Una actualización de la BIOS puede mejorar la compatibilidad y el rendimiento, incluidas las mejoras en los FPS. Sin embargo, procede con precaución y sigue las instrucciones del fabricante para actualizar el BIOS.

9. Reinstalar el sistema operativo

Como último recurso, si ninguno de los pasos anteriores resuelve los problemas de FPS, considera reinstalar el sistema operativo. Esto eliminará cualquier problema de software o controladores subyacente que pueda estar causando el bajo rendimiento.

Al seguir estos pasos de solución de problemas, puedes identificar y resolver eficazmente las causas de los bajos FPS en juegos y restaurar una experiencia de juego fluida y agradable. Recuerda que cada sistema es único, y es posible que tengas que probar diferentes combinaciones de soluciones para encontrar lo que funciona mejor para ti.